Con el Tribunal Municipal de 10 de Octubre y sus alrededores totalmente militarizados y mucha tensión en la sala judicial, transcurrió el lunes la primera jornada del juicio a 33 residentes del municipio Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, por su participación en las protestas populares del 11 de julio.
Familiares de los procesados en la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado del tribunal dijeron a Radio Televisión Martí que en la sesión fueron interrogados y ofrecieron sus testimonios los acusados.
Ángel Delgado, esposo de la opositora Lizandra Góngora Espinosa, relató que durante la vista hubo amenazas en contra de familiares y los acusados por parte del oficial que preside el tribunal militar y que les preguntaron si estaban arrepentidos de su participación en los eventos del 11 de julio.
“El coronel jefe de la sala, nos dijo que mantuviéramos el orden y la calma porque ellos tenían otros métodos para controlar que nosotros nos calmáramos, amenazándonos prácticamente allí dentro del tribunal. La mayoría de los acusados se retractó, expresaron su arrepentimiento, hablaron de su agradecimiento a la revolución por la educación, imagínate que ellos pueden enfrentar muchos años de prisión y tienen que hacer algo por salir para afuera", dijo Delgado.
"También pidieron perdón ante el público asistente en el juicio, pidieron disculpas, y un dato curioso es que un equipo fílmico militar estaba grabando todo lo que les convenía a ellos”, explicó el esposo de la opositora.
Además explicó que tanto su esposa como el periodista independiente Jorge Bello Domínguez, acusados de sabotaje con carácter continuado, desacato, desordenes públicos y robo con fuerza, se mantuvieron firmes en las convicciones que los llevaron a manifestarse el 11 de julio.
“Jorge Bello, Lizandra y algunos más, sí se mantuvieron firmes por su participación en las protestas del 11 J, expresaron que ellos no tenían que pedir disculpas, ni arrepentirse de nada, porque lo que ellos habían hecho estaba correcto, que fue pedir libertad y pedir los derechos del pueblo de Cuba”, contó.
Martha Domínguez, madre de Jorge Bello, permaneció todo el día en el parque Juan Delgado, cercano al tribunal, junto a otros familiares, porque solo pudo entrar la hija de Jorge, Jessica Bello.
“Estábamos vigilados todo el tiempo por las tropas boinas rojas y boinas negras, no te dejaban acercarte al tribunal, permanecimos allí todo el día en espera que salieran los que estaban en la sala para que nos informaran, porque solo podía entrar una sola persona", declaró.
"Cuando salió mi nieta me contó que Jorge fue interrogado y él habló y se defendió, señalando que estaba siendo acusado por sus ideas políticas y que todos esos delitos que le imputan eran inventados”, destacó la señora.
Los 33 manifestantes que están siendo juzgados enfrentan cargos por “sabotaje con carácter continuado”, “sabotaje”, “atentado”, “desacato”, “desordenes públicos” y “robo con fuerza”, el juicio concluirá el viernes 11 de marzo, y como tiene carácter militar no se conocerá la petición fiscal hasta el día de la condena.