Transcurrieron otros doce meses y se va 2019 con pocos cambios en el patrón migratorio de los cubanos que siguen intentando salir de la isla con el sueño de asentarse en Estados Unidos.
Este año los migrantes cubanos acapararon titulares cuando se aventuraron en las famosas caravanas junto a los centroamericanos y africanos que marcharon hasta las fronteras de EEUU; también protagonizaron sonadas protestas y fugas en los centros de detención de México; probaron suerte en otros destinos como Chile y Uruguay; se lanzaron al mar en embarcaciones rústicas y reclamaron insistentemente la reanudación del programa de reunificación familiar.
Migrantes desbordan la frontera
La aplicación de una política migratoria mucho más rigurosa por parte de la Administración del presidente Donald Trump no logró disuadir a los cubanos de su empeño por llegar a EEUU.
En el año fiscal 2019, un total de 21,499 cubanos acudieron a los puertos de entrada en la frontera entre EEUU y México, la mayoría por Laredo, en el estado de Texas, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés).
La cifra de los solicitantes de asilo político, supera en más del doble la cifra registrada en el año fiscal 2018 que computó 7,079.
Hombres, mujeres con bebés en brazos, niños y ancianos, todos por igual han viajado miles de kilómetros por hasta 11 países, atravesado sinuosos caminos, peligrosos ríos y selvas, como la del Darién entre los límites de Colombia y Panamá, donde encontrar personas muertas forma parte del crudo recorrido.
Sin embargo, a pesar de haber ya pasado prácticamente lo peor y arribado a la frontera con Estados Unidos ahora se enfrentan con otro problema son retornados a territorio mexicano en espera de un dictamen de sus procesos de asilo.
Los más persistentes, permanecen hasta tres meses esperando su turno en una cola bien organizada, lo que ha hecho desistir a buena cantidad de caribeños.
En Matamoros, según un reporte de la organización Human Rights First, en los primeros 10 meses de 2019, al menos 340 migrantes fueron víctimas de secuestros, extorsiones y torturas por parte del crimen organizado.
La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) ha registrado a 62 mil 299 personas que han pedido establecerse en México en calidad de refugio, de ellos 7 195 son de Cuba.
Más al sur, en Paso Canoas, Costa Rica, en la frontera con Panamá, decenas de cubanos han quedado en el olvido y reciben el nuevo año en penurias.
Igual que sus coterráneos, partieron con un sueño desde diferentes latitudes, algunas tan lejanas como Trinidad y Tobago o Guyana, pero el resto del trecho hasta la frontera con México se hace cada vez más costoso y en tierra tica no encuentran el trabajo que necesitan para sufragar la travesía.
Además, una nueva normativa los obliga a pedir asilo en los vecinos Honduras, Guatemala o El Salvador y solo con un documento de negativa a su petición, encontrarían la hendija necesaria para colar sus papeles de solicitud de asilo y mantener viva la esperanza de vivir en la tierra deseada.
Reunificación Familiar
El Programa de Parole de Reunificación Familiar Cubana (CFRP) sigue suspendido.
Más de 20 mil familias cubanas esperan la reanudación del programa que suspendió el Departamento de Estado en 2017, tras ordenar el 3 de octubre de ese año la salida del personal no indispensable de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana en respuesta a las afectaciones a la salud reportadas por más de una veintena de diplomáticos estadounidenses asignados a esa legación.
Desde su interrupción, el Departamento de Estado ha informado que hace las coordinaciones pertinentes para el procesamiento de las solicitudes bajo el CFRP, creado durante el gobierno del presidente George W. Bush y que permite a ciudadanos y residentes permanentes de EEUU solicitar parole para sus familiares en la Isla, según se explica en el sitio digital de la Embajada de Estados Unidos en Cuba.
Si es concedido, los familiares pueden viajar a EEUU sin tener que esperar a que sus casos de visas de inmigrante estén en fecha de procesamiento según las cuotas asignadas.
La reanudación del programa parole se ha pedido en varias instancias. Así el gobierno del condado Miami-Dade rechazó una propuesta de la comisionada, Daniella Levine Cava pidiendo el respaldo del órgano condal para elevar a la Cámara de Representantes la solicitud de que este servicio fuera retomado en la Embajada de los Estados Unidos en La Habana.
En junio, el congresista de ascendencia cubana, Mario Díaz-Balart, comunicó al Secretario de Estado Mike Pompeo su preocupación por los problemas relacionados con el proceso de visas para ciudadanos cubanos.
"La falta de personal, el requerimiento de viaje a un tercer país, y la pausa en el programa CFRP han hecho que la solicitud de ingreso legal a Estados Unidos sea sumamente complicada. Esta semana, envié una carta al secretario (Mike) Pompeo solicitándole que realice una evaluación para mejorar los servicios consulares para ciudadanos cubanos que no están asociados con el régimen. Continuaré trabajando con la administración del presidente Trump para mejorar el acceso consular para los ciudadanos cubanos que no pertenecen al régimen y que buscan ingresar a los Estados Unidos", escribió el legislador republicano.
Una iniciativa denominada Cubanos Unidos por la Reunificación Familiar, con decenas de miles de miembros, ha exigido en numerosas protestas que el CFRP sea reactivado.
Por Mar
Aunque la derogación de la política pies secos/ pies mojados frenó en gran medida la llegada de embarcaciones desde Cuba a partir del 12 de enero de 2017, en el último año cientos de cubanos se aventuraron a llegar a las costas de EEUU siguieron probando suerte y se lanzaron al mar con la esperanza de llegar a EEUU.
Estadísticas ofrecidas a Radio Televisión Martí por autoridades de la Guardia Costera de EEUU aseguran que en el año fiscal 2019 (desde el 1 de octubre de 2018 hasta el 30 de septiembre de 2019), un total de 313 cubanos intentaron ingresar por la vía marítima a Estados Unidos.
La cifra incluye el número total de detenciones en el mar en el estrecho de la Florida, Caribe y Atlántico
En el anterior periodo fiscal 2018 lo habían intentado 384 cubanos.
Un polizón cumple su sueño
Yunier García, de 26 años, recibirá en poco más de un año el documento que lo acredita como residente permanente en EEUU, algo impensable cuando llegó a Miami en agosto oculto en el compartimiento de carga de un avión procedente de La Habana.
El joven estuvo cinco semanas retenido en el Centro Krome para extranjeros sin papeles, tuvo que comparecer ante un magistrado para demostrar que de ser deportado encararía represalias. Por consiguiente, el juez le concedió el asilo político.
Sin embargo, el Ministerio Fiscal sugirió que apelaría el fallo porque había cometido un delito penal.
Pasado los 30 días estipulados para la apelación, el ministerio público no recurrió la sentencia y el dictamen de asilo se hizo firme.
El polizón ha emprendido una nueva vida en Atlanta, Georgia, junto a sus familiares. Allí ha comenzado a estudiar inglés y pronto comenzará un curso de técnico en refrigeración.
Aumentan las deportaciones
El total de cubanos deportados desde EEUU a Cuba aumentó considerablemente en el último año fiscal, de acuerdo a cifras publicadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
El informe anual de ICE indica que en 2019 fueron deportados a la isla 1179 cubanos, una cifra que casi triplica la de 2018 cuando fueron devueltos a la Isla 463 ciudadanos. En 2017 apenas se efectuaron 160 deportaciones. Ello significa que en los últimos dos años ha habido un alza de 600%.
Otros países como Panamá y México también han deportado a los cubanos, en el caso mexicano, las redadas efectuadas por los cuerpos militares y el Instituto Nacional de Migración (INM) contra los migrantes fueron denunciadas como “operativos de pánico”.