Una de cada 10 personas en el mundo depende directa o indirectamente del negocio del turismo, según manifiesta un informe del secretario general de la ONU Antonio Guterres en el que muestra preocupación por los efectos de la COVID-19 en el sector.
El informe de la ONU no habla de países en específico, pero en el caso de Cuba las afectaciones son de magnitudes impredecibles, porque el gobierno depende del turismo para la obtención de divisas.
A esa situación se suma la incertidumbre de cuándo se abrirá el flujo de turistas procedentes de Europa por los fuertes rebrotes de la pandemia en países como España, fuerte emisor de turistas a Cuba.
El economista cubano Elías Amor, radicado en España, dijo a Radio Televisión Martí "que el turismo es fundamental y representa la mitad de las divisas que le entran a Cuba, (el 50 %) una cantidad que el régimen necesita para poder pagar deudas y para poder comprar".
Según la ONU, el sector de la economía más afectado por la pandemia es el turismo. Se estima que las pérdidas ascienden hasta el 2,8 por ciento del Producto Interno Bruto del mundo.
"En Cuba el fenómeno es interesante, pues el turismo, que representa una entrada de divisas al gobierno, significa muy poco para la economía del país", apuntó el economista.
"En la economía nacional no representa más que un 6% del Producto Interno Bruto, es un porcentaje muy pequeñito comparado, por citar ejemplos, con el 16% de España y Francia", agregó.
La ONU señaló que las pérdidas en el turismo mundial por el COVID-19 podrían ascender a 320 mil millones de dólares.
En el caso de Cuba, el economista considera que lo que va a ocurrir es una pérdida de expectativas de todos los que han invertido en la isla pensando en el turismo creciente.
"Van a desconfiar de la evolución de ese sector porque cuando ocurren situaciones de esta característica el turismo se hunde", concluyó.