Los testimonios y pedidos de auxilio de familiares y amigos de los desaparecidos, arrestados o condenados en juicios sumarios tras las protestas populares del 11 y 12 de julio en Cuba son estremecedores.
Una madre que aún lacta a su bebé; otra con cáncer de pulmón, detenida cuando reclamaba la libertad de su hijo preso; jóvenes universitarios, algunos estudiantes, otros recién graduados de especialidades como psicología, derecho, biología; un adolescente cubanoamericano que pasaba sus vacaciones en la isla… La mayoría, ciudadanos comunes, sin antecedentes de activismo político o un expediente delincuencial.
Algunos de sus nombres aparecen en las listas que organizaciones como Cubalex actualizan constantemente para visibilizar la represión de las autoridades contra los manifestantes pacíficos, pero siguen siendo desconocidos, casi anónimos.
“Libertad para Rocío. Libertad para una madre que aún amamantaba a su bebé cuando la separaron de ella”, reclama Alizandra Omo Elegguasita, residente en Cárdenas, Matanzas.
La mujer pasó seis días detenida junto a su hija tras las protestas. “Mi niña bella, yo te prometí que si salía antes que tú de ese hueco donde pasamos juntas 6 días no iba a parar hasta verte libre. Yo viví en carne propia tu dlor, mi niña, me tocó verte llorar por estar separada de tu beba; sé que eres fuerte y vas a salir pronto de esta pesadilla”, escribió Omo Elegguasita en el grupo de Facebook Desaparecidos #SOSCuba, donde abundan relatos de las detenciones, fotos de rostros inocentes, dolor por los condenados, angustia, y también alivio, por los que han salido en libertad.
Otra madre denuncia el arresto ilegal de su hijo.
“Hola, este es mi hijo y vive en Cienfuegos, muchos lo conocen, se llama ARIAM MORFA BLANCO y está preso hace hoy 12 días solo por hacer uso del derecho universal de los seres humanos de EXPRESARSE LIBREMENTE. Todos saben que es un hombre trabajador, padre de dos niñas; lo único que hizo fue decir muy alto lo que pensaba. Le pido ayuda a todos para lograr su liberación porque [su detención es] injusta y fuera de toda legalidad”, escribió Rosario Morfa.
Algunas denuncias hacen alusión al derecho constitucional de los detenidos el 11J a manifestarse pacíficamente, violado por las autoridades que los reprimieron y encarcelaron.
“Karel Aguilar Rueda es un joven gibareño. Karel es un buen muchacho. Karel siempre ha estado cercano brindando su talento y su tiempo en Stereo G, las Romerías de Mayo y otros tantos eventos culturales de la provincia. Karel no ha cometido delito alguno. Solo expresó sus criterios sobre la Cuba que quiere en un parque de su ciudad. No agredió a nadie. No dañó propiedad alguna. Solo hizo uso de la libertad de expresión. Karel lleva muchos días detenido. Karel no merece estar preso por ejercer un derecho constitucional”, posteó el 24 de julio Manuel Alejandro Rodríguez Yong.
"Han sido bien crueles, ¡de verdad! Los testimonios son desgarradores. El objetivo es desmoralizarlos, atemorizarlos, abusarlos psicológica y físicamente y que esto trascienda para que otros teman hacer lo mismo. Con esto, han logrado que otros, que muchos, muchísimos sientan repulsión ante tanta injusticia y criminalidad y que el odio ante los violadores de los derechos humanos se multiplique", comentó desde Miami la cubana exiliada Grisell Sardiñas López, quien comparte la historia de Miriela Cruz, madre del joven Dayron Fanego, aún detenido.
Cruz padece cáncer de pulmón. El 11 de julio, su hijo salió a manifestarse y fue arrestado. Cuando acudió a la estación de policía a pedir información, y ante la negativa de las autoridades a ofrecérserl, "se quitó la blusa y debajo tenía un pullover que decía: Abajo la dictadura, no más hambre, no más represión, patria y vida", escribió en Facebook la profesora de arte, curadora y activista Anamely Ramos.
Cruz sabía que resultaría detenida, "pero que esa fue la manera que encontró de compartir la suerte con su hijo", subrayó.
Ramos llama la atención sobre el caso de estos jóvenes anónimos que han resultado ser víctimas de un sistema sin garantías legales.
“Hay personas que convencen a de su nobleza con su mirada. Este es el caso de Eliezet Sesma, un joven que apresaron desde el día 11 de julio y están encauzando por varios delitos. De más está decir que Eliezet es inocente, y que todo ese proceso que llevan adelante contra él, y lo separa de su hijo de 10 años, demuestra una vez más la ausencia de leyes justas en Cuba.
“No conozco a Eliezet, pero reconozco en él a muchos jóvenes cubanos humildes, casi siempre negros, que he conocido últimamente y que representan ellos solos la única movilidad social que se ve en Cuba: aquella labrada a base de sacrificios inmensos por personas que parecen tener todo en contra y que, aun así, emanan luz. Eliezet estudiaba teatro en el ISA y lo dejó para criar a su pequeño hijo. Pero el arte lo acompaña siempre, en lo que lee, escucha y eso es lo que le enseña a su hijo cotidianamente”, escribió en su perfil de Facebook.
En un post anterior, Ramos explica como las autoridades cubanas fabrican casos para condenar injustamente a manifestantes del 11J como Sesma, mientras liberan a otros "reeducables".
"Recordé que hace unos días un amigo jurista me contó de manera confidencial que las orientaciones para proceder en los juicios sumarios eran las siguientes: absolver o liberar con multas a aquellas personas "re-educables", aquellas que tienen una familia estable, integrada, que no tengan antecedentes penales. A los que son parte de una familia disfuncional, tengan un pasado conflictivo o vivan en determinados barrios, pagarían las consecuencias de todo lo ocurrido", senaló.
Según Ramos, en el caso de Sesma, al otro día de ser detenido hubo un robo en su vivienda. "Curiosamente, solo se llevan bienes que tienen que ver con el almacenamiento y difusión de la información: laptop, memoria, tablet y teléfono, en una jugada demasiado similar a las que hace la Seguridad del Estado. Esto ocurrió mientras su hijo dormía", dijo.
La activista concluye que esta es una estrategia fallida.
“No van a convencer a nadie actuando cruelmente contra la gente de pueblo. Ellos no tienen más que perder, y saben que ustedes ya no tienen nada que ofrecerles, a no ser mentiras y abusos. Y con su represión selectiva y sus libertades a medias solo van a conseguir mostrar más su bajeza y la ilegitimidad de su poder. Es justamente ese "sujeto de la revolución" el que salió a la calle, y al que están reprimiendo sin piedad. El supuesto derecho de la revolución a defenderse intenta desterrarlos de la historia y de la vida. Pero eso no será para siempre. Ellos mismos están restituyendo su lugar y su dignidad. Todos la estamos restituyendo. Es lógico que para ustedes ellos no sean nada, pero son ellos los que los van a sacar de una vez del poder”, sentenció la activista.