El opositor Ángel Moya Acosta fue liberado en la noche del miércoles, tras permanecer detenido por varias horas en la unidad policial de Cojímar, en La Habana.
Moya Acosta dijo a Radio Martí que el régimen lo arresta por no acatar una medida de prisión domiciliaria pero también por las celebraciones en el día de la Virgen de la Caridad del Cobre, jornada en la que fueron detenidos varios opositores y activistas.
“Ayer en la mañana, cuando salí de las sede de las Damas de Blanco, en Lawton, cerca de la avenida Provenir, me intercepta la Seguridad del Estado con el objetivo de que virara hacia atrás”, expresó Moya, quien se negó a regresar a la sede de la organización.
“La casa no es calabozo”, respondió el opositor, lo cual provocó que los oficiales “inmediatamente mandaran a buscar refuerzos represivos, me montaron en un carro con chapa civil, de los que usan para trasladar a los detenidos políticos y me llevan hacia la unidad de la policía de Cojímar”.
En dicha unidad policial, según relató, fue confinado en una celda.
"Aproximadamente a las ocho y cuarto de la noche, los mismos represores que me arrestaron, me trasladaron hacia una cuadra antes de llegar a la sede de las Damas de Blanco”, dijo Moya.
Moya y su esposa, Berta Soler, líder de la organización que ostenta el Premio Sájarov, se encuentran bajo medida cautelar de reclusión domiciliaria, determinada por los instructores de la Seguridad del Estado desde el pasado 13 de julio.
La detención del miércoles, en opinión de Moya, tuvo que ver con el día de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, “un día, para el régimen comunista cubano muy marcado, teniendo en cuenta las manifestaciones del día 11 y el día 12 (de julio)".
Ángel Moya aseguró que, tanto él como Berta Soler no acatan la medida cautelar impuesta por la policía represiva porque “carece completamente de legitimidad”.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)