En un artículo publicado por The Miami Herald, el representante republicano por California Paul Cook llama a la administración Trump a endurecer su política hacia el gobierno comunista de Cuba
Cook, presidente del Subcomité para el Hemisferio Occidental del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara baja expone varias razones para apretar las tuercas a La Habana.
Señala en primer lugar que Cuba sigue siendo una dictadura comunista que viola los derechos de su gente con regularidad, y la sucesión de poder prevista para este mes es poco probable que cambie mucho, pues el sucesor de Raúl Castro será seleccionado sin la participación del pueblo cubano, que solo tuvo la opción de aprobar la lista de candidatos del Partido Comunista. “Eso no es democracia y Estados Unidos debe apoyar una Cuba democrática, porque las personas libres construyen naciones más fuertes y estables”, apunta el autor.
Menciona asimismo los serios problemas de seguridad nacional para EE.UU. que se derivan de las acciones del régimen cubano en la región, principal patrocinador del autoritarismo y el sentimiento antiamericano en América Latina y el Caribe.
“En ninguna parte es esta influencia negativa más clara que en Venezuela, donde la inteligencia y los servicios militares cubanos reprimen violentamente a la oposición y socavan las instituciones democráticas”, dice.
“La influencia cubana también es evidente en Bolivia y Nicaragua, donde los gobiernos autocráticos que simpatizan con las dictaduras cubana y venezolana se están atrincherando [en el poder] contra la voluntad de sus ciudadanos”, agrega el legislador.
Cook advierte que eso no es todo, que la amenaza cubana se extiende más allá de operaciones en el hemisferio. Recuerda el intento de contrabando de armas a Corea del Norte en 2013, a bordo del carguero norcoreano Chon Chong Gang, y dice que en 2015 el régimen cubano presuntamente tuvo fuerzas especiales militares y paramilitares en Siria. Luego menciona la expansión reciente de la presencia rusa en la isla, y los nuevos planes para reabrir la base espía rusa de Lourdes en la isla.
Por último menciona los ataques no resueltos a 24 diplomáticos estadounidenses que sufrieron graves perjuicios a su salud.
En vista de este historial de La Habana el representante por California cree que la administración Trump debe tomar medidas adicionales a las implementadas desde septiembre pasado.
Por ejemplo, ampliar la lista inicial de entidades cubanas restringidas (vinculadas a los militares) para incluir otras subentidades bajo el control del régimen cubano, incluidas las del sector turístico, que contribuyen a los abusos contra los derechos humanos.
También, apoyar más sanciones contra dirigentes de la dictadura cubana y sus familias; más asistencia de Estados Unidos para promover la democracia en la isla; transmisiones orientadas a resultados coherentes con la visión del presidente Reagan para Radio Martí; y acciones estratégicas para prevenir que se propague el asalto de Cuba a la democracia en la región.
Cook propone asimismo restablecer el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos eliminado por el presidente Obama; priorizar que se haga justicia a miles de víctimas estadounidenses con reclamaciones de propiedades al régimen de la isla; y hacer más para enfrentar la complicidad ilícita entre Cuba, China, Irán, Corea del Norte y Rusia.
El influyente legislador concluye diciendo que “el régimen cubano continuará culpando a Estados Unidos por sus problemas, pero eso no debería disuadirnos de enfrentar la amenaza cubana a los intereses estadounidenses en la región y solidarizarnos con el pueblo cubano en sus esfuerzos por reconquistar su libertad”.