Un total de 53 migrantes cubanos fueron detenidos este domingo a su arribo a los Cayos de la Florida, mientras la Guardia Costera (USCG) repatrió a 273, en medio de un éxodo imparable de balseros y pese a las advertencias de las autoridades de EEUU de que cualquier intento de inmigración ilegal será rechazado.
Cuatro de los 53 migrantes fueron conducidos a un hospital local y tratados por deshidratación, informó en Twitter el jefe del sector de Miami de la Patrulla Fronteriza Walter N. Slosar.
Un grupo de 20 balseros, de los que arribaron el domingo, fueron detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza en los terrenos donde se encuentra enclavado el transmisor de Radio Martí en Marathon Key. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que los migrantes son interceptados por los agentes.
Mientras, un grupo de 273 migrantes de la isla fue repatriado a Cuba a bordo del escampavía Mohawk, dijo en un comunicado el Séptimo Distrito de la Guardia Costera, con sede en Miami.
Un total de 4.795 balseros cubanos han sido interceptados en las costas del sur de Florida desde el 1 de octubre pasado, en que comenzó el presente año fiscal.
“La Guardia Costera continúa interceptando y rescatando a migrantes de embarcaciones muy sobrecargadas y no aptas para navegar”, dijo el teniente comandante John Beal, de ese sector de la USCG.
"Estos viajes ilegales siempre son peligrosos y, a menudo, mortales. Estamos trabajando en estrecha colaboración con las agencias asociadas para salvar vidas y evitar la entrada ilegal a los Estados Unidos a través de nuestra frontera marítima sureste. Aquellos interceptados en el mar serán repatriados", advirtió el oficial.
El viernes, la Patrulla Fronteriza informó de la detención de otros 90 migrantes cubanos en los Cayos de la Florida, en un período de 24 horas, interceptados en cinco desembarcos diferentes.
La semana pasada, cientos de cubanos arribaron al Parque Nacional Dry Tortugas, forzando el cierre de la instalación por varios días, y creando una crisis en el área.
El número de cubanos y haitianos que intentan emigrar ilegalmente a EEUU por mar ha ido en ascenso en los últimos días, al punto de requerir la intervención de las autoridades estatales y federales.
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, firmó el viernes una orden ejecutiva que le permite movilizar tropas de la Guardia Nacional y destinar nuevos recursos estatales para enfrentar la ola migratoria.
La orden del gobernador siguió al anuncio de la Administración del presidente Joe Biden de un nuevo plan migratorio para cubanos, haitianos y nicaragüenses que llegan al país a través de la frontera Sur.
El viernes, el subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, Blas Nuñez-Neto, dijo en conferencia de prensa que el país está observando desde la semana pasada un "aumento significativo" en la migración a través del mar, sobre todo desde países como Cuba y Haití, "poniendo la vida de los migrantes en mayor riesgo por la situación peligrosa del mar".
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