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Lula no se entrega y aumenta la presión política en Brasil


Lula permanece acuartelado en la sede del Sindicato Metalúrgico
Lula permanece acuartelado en la sede del Sindicato Metalúrgico

Lula, a quien el juez Moro le había dado plazo hasta las 5.00 pm hora local de este viernes para presentarse en Curitiba y comenzar a cumplir la condena de 12 años de prisión que le fue impuesta por corrupción, dejó pasar el plazo sin entregarse.

El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva no se entregó hoy a la Policía en el plazo dado por el juez federal Sergio Moro y permanece acuartelado en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de la ciudad paulista de Sao Bernardo do Campo, donde hace casi cinco décadas comenzó su vida política y al que llegó la tarde de ayer, después de que fue dictada la orden de captura en su contra.

Lula, a quien el juez Moro le había dado plazo hasta las 5.00 pm hora local de este viernes para presentarse en Curitiba y comenzar a cumplir la condena de 12 años de prisión que le fue impuesta por corrupción, dejó pasar el plazo sin entregarse.

"Lula estaría negociando por medio de intermediarios", señaló una fuente del Partido de los Trabajadores ( PT), que admitió también que el expresidente estaría dispuesto a entregarse "aunque tal vez no ahora".

También el presidente de la Federación Nacional de los Policías Federales (Fenapef), Luís Antônio Boudens, admitió hoy en Curitiba que las puertas continúan abiertas para el diálogo.

"Sí, claro (existe la posibilidad de continuar negociando con la defensa), cuantos menos traumas tenga la ejecución de la orden y cuanto más preservados sean los participantes de la acción mejor, lógico, eso es obvio. Ahí es cuestión de consenso", apuntó Boudens a un grupo de periodistas.

Boudens admitió que, tras el incumplimiento de Lula "van a ser empeñados los esfuerzos necesarios para dar cumplimiento a la orden judicial" porque "tiene que ser cumplida", aunque "no a cualquier costo".

"Nuestra meta es evitar enfrentamientos lógico y cumplir la decisión de la mejor forma", insistió el funcionario, que señaló que el vencimiento del plazo previsto en el auto de prisión aumenta las "dificultades" y más tratándose de un expresidente, que "envuelve todas esas cuestiones de simpatizantes y contrarios, es un embrollo muy grande".

Expertos consultados por medios locales de prensa han señalado que la negativa a entregarse podría causar acciones violentas, lo cual le traería consecuencias legales al exmandatario.

El artículo 344 del Código Penal de Brasil prevé la condena de uno a cuatro años de cárcel para quien use la violencia “con el fin de favorecer intereses propios o ajenos” contra las autoridades llamadas a intervenir.

Lula fue encarcelado por primera y única vez el 19 de abril de 1980, junto a otras 14 personas por policías del Departamento de Orden Político y Social en medio de una serie de huelgas obreras organizadas por el dirigente sindical contra el régimen militar.

Foto de Lula, arrestado en 1980
Foto de Lula, arrestado en 1980

La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, afirmó que Lula no ha incumplido una orden judicial.

"A él le fue dada por el juez la opción de ir a Curitiba a entregarse y no ejerció ese opción", dijo. "El está aquí, en la sede del sindicato que es un lugar público. Todo el mundo sabe dónde está y aquí permanecerá junto con la militancia”, subrayó.

Según las normas en vigor en Brasil, una orden de captura sólo puede ser cumplida entre las 6.00 AM y las 6.00 PM hora local, con lo cual las autoridades solo tenían un plazo de una hora para arrestarle hoy.

El Tribunal Superior de Justicia de Brasil (STJ) negó hoy otro "habeas corpus" a la defensa de Lula que podría haber impedido que se cumpliera la orden de prisión dictada contra el exmandatario brasileño.

El rechazo del recurso presentado esta madrugada por la defensa de Lula fue confirmado por el propio TSJ unos cuarenta minutos antes de cumplirse el plazo dado por el juez Moro para que el exmandatario se entregue a las autoridades.

Lula fue condenado por corrupción pasiva y lavado de dinero y permanecía la noche del viernes en la sede del sindicato junto a dirigentes del PT y de movimientos sociales.

(Escrito por Pablo Alfonso con información de las agencias EFE y AP, y de redes sociales)

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