La madre de la directora de centro de asesoramiento legal Cubalex, Laritza Diversent, fue acosada el jueves por la Seguridad del Estado en La Habana para que intentara persuadir a su hija a abandonar su labor con la organización.
Maricelis Cámbara, madre de la abogada cubana y defensora de los derechos humanos, sufre problemas de salud y está siendo presionada por el régimen, informó Diversent desde Estados Unidos en declaraciones a Radio Martí.
Los agentes le aseguraron que si convencía a la abogada de que dejara su trabajo, entonces la ayudarían a acceder a tratamientos médicos.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch (HRW) y Artículo 19 criticaron duramente al régimen por estas acciones.
"Toda mi solidaridad con la defensora de los derechos humanos Laritza Diversent", afirmó en Twitter Erika Guevara-Rosas, representante de Amnistía Internacional en América Latina.
"El hostigamiento en contra de familiares de personas defensoras de #DDHH y periodistas independientes es una constante en #Cuba y una grave violación a sus #DDHH", escribió Guevara-Rosas. También exigió a Miguel Díaz-Canel poner fin a la represión.
"Toda nuestra solidaridad y apoyo para Laritza Diversent, directora de Cubalex", aseveró en Twitter Juan Pappier, representante de HRW.
La ONG Artículo 19 hizo un llamado al gobierno de Cuba "para que cese de manera inmediata el acoso a Maricelis Cámbara y a cualquier familiar de personas dedicadas al periodismo y la defensa de los derechos humanos".
"Además, solicitamos que Maricelis sea atendida a la brevedad y en los términos de lo establecido en la Constitución de la República de Cuba", subrayó.
En este sentido, Artículo 19 también exhortó al régimen comunista "para que se abstenga de hostigar al equipo de Cubalex y retire cualquier restricción de salida y entrada al país".
"Mi mamá es una mujer de 63 años, tiene discapacidad desde niña porque tuvo un accidente y desde entonces, bueno, entre operaciones y otra cosa su vida es una vida con dolor en ese pie", explicó la directora de Cubalex, quien añadió que su madre es hipertensa y diabética.
La activista de los derechos humanos denunció que entre otros chantajes de los agentes hacia su madre, además del acceso a tratamientos de salud, le permitirían ver a su hija, forzada al exilio desde el 2016.
"Cuando me fui de Cuba me dijeron expresamente que no podía regresar", recriminó la abogada exiliada en Estados Unidos.
Diversent aseguró que su madre no tiene por qué pagar las consecuencias de su trabajo y condenó el soborno de los agentes sobre poder tener acceso al sistema de salud cubano cuando "es una obligación del Estado proveer servicios públicos porque es el Estado el único que provee ese servicio".
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