Venezuela cerró por tiempo indefinido la frontera marítima con las islas de Curazao, Aruba y Bonaire. El director de Protección Civil en el estado occidental de Falcón, Gregorio José Montaño, dijo a The Associated Press que desde la mañana del martes entró en vigencia una regulación que prohíbe la comunicación marítima entre Venezuela y las tres islas caribeñas que están frente a las costas venezolanas.
Montaño expresó que la decisión fue acordada por el presidente Nicolás Maduro y agregó que "no hay fecha de apertura".
El cierre de la frontera marítima se da en momentos de una intensa pugna entre la oposición y el gobierno, que enfrenta crecientes presiones locales e internacionales, y a escasos cuatro días del inicio de un plan que impulsa la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, para ingresar al país ayuda humanitaria internacional.
La isla de Curazao es uno de los cuatro centros de acopio que fueron habilitados para recibir la ayuda humanitaria. En la ciudad colombiana de Cúcuta, en el estado brasileño de Roraima y la ciudad de Miami, Florida, también fueron establecidos centros de acopio.
Otavio Rego Barros, portavoz de la presidencia de Brasil, anunció este martes durante una rueda de prensa, que ese país entregará ayuda humanitaria en la frontera con Venezuela para el 23 de febrero junto a Estados Unidos a pedido del líder opositor Juan Guaidó.
La distribución de la ayuda desde la norteña ciudad de Boa Vista y a través de la frontera en camiones conducidos por ciudadanos venezolanos será organizada por Guaidó, sostuvo Rego.
Luego de una reunión con varios diplomáticos europeos, Guaidó anunció el martes que Italia, España, el Reino Unido, Alemania y Francia realizarán aportes por más de 18 millones de dólares para ayuda humanitaria.
Los principales países europeos han expresado su pleno respaldo a Guaidó y han hecho un llamado a elecciones libre como salida a la crisis.
En una primera etapa la oposición aspira ingresar varias toneladas de alimentos y medicinas a cinco grandes hospitales regionales.
A pesar de las tensiones entre gobierno y oposición desde mediados de enero de este año, el ministro de la Defensa de Venezuela, general en jefe Vladimir Padrino López, descartó el martes que los militares vayan a ceder a las presiones internacionales y ratificó el respaldo de las fuerzas armadas a Maduro.
Padrino López condenó el pronunciamiento que realizó la víspera el presidente Donald Trump, en el que exhortó a los militares a apoyar al jefe de la Asamblea Nacional y líder opositor, Juan Guaidó, quien se declaró mandatario interino de Venezuela.
"Si nos quieren sancionar, sancionen. Si nos quieren chantajear, chantajeen, pero no lo van a lograr", sostuvo el jefe militar al advertir que los militares no aceptarán la imposición de un gobierno "títere".
"Van a tener que pasar por nuestros cadáveres", agregó.
Trump advirtió el lunes a los militares que si siguen respaldando a Maduro "no encontrarán puerto seguro, ni una salida fácil, ni forma de escapar. Lo perderán todo".
Padrino López y algunos integrantes del alto mando militar fueron sancionados entre 2017 y 2018 por Estados Unidos como parte de una larga lista que incluye más de medio centenar de funcionarios venezolanos.
El pronunciamiento de Padrino López coincidió con una serie de mensajes que Guaidó envió a través de su cuenta de Twitter a varios jefes militares a los que les pidió que permitan el 23 de febrero la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela.
La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, está impulsando un plan de ayuda humanitaria con el apoyo de Estados Unidos, Colombia y otros países europeos en abierto reto a Maduro, que ha descartado el ingreso de la ayuda alegando que lo que se busca es la intervención militar.
Desde La Habana, el canciller cubano Bruno Rodríguez, declaró a la prensa que Cuba no tiene un ejército privado en Venezuela y aseguró que los 20,000 cubanos que hay en ese país son civiles.
Preguntado por la eventual postura y actuación de Cuba en caso de que se produjera una intervención estadounidense en Venezuela, Rodríguez Parrilla respondió que el llamado es "a detener" que ello ocurra: "es la hora de unirnos y actuar a tiempo de pararla".
Guaidó, quien se juramentó en enero como presidente interino de Venezuela y al que EE.UU y varios países europeos y latinoamericanos han reconocido como tal, ha dicho que la ayuda humanitaria entrará a Venezuela "sí o sí" el próximo sábado 23 de febrero.
(Con información de las agencias AP, Reuters y Efe)