Esta semana Habanos S.A. anunció ganancias anuales de 545 millones de dólares y la previsión de un mejor 2023, pero campesinos que trabajan en este lucrativo renglón han traído una mala noticia a la compañía propiedad del Estado cubano y la británica Imperial Tobacco Group PLC: numerosas dificultades ponen en peligro la próxima zafra tabacalera.
Varios productores de tabaco dijeron a Radio Martí que Pinar del Río, donde se produce el 65 % del tabaco en el país, no ha logrado recuperarse de las afectaciones que provocó el huracán Ian, lo cual compromete la presente zafra tabacalera y pone en peligro los compromisos internacionales de la corporación que comercializa 27 marcas Premium torcidas a mano, elabora los afamados Cohiba, Montecristo, Partagás y Romeo y Julieta, entre otros, considerados como los mejores puros del mundo.
“No va a ser posible lograr una zafra, ni siquiera regular este año, no hay fertilizantes, pesticidas y las tierras con el paso del ciclón se degradaron más y no hay abono y esos químicos que necesita la tierra, para lograr una buena producción de capa de exportación”, aseguró Esteban Ajete Abascal, líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba.
El agricultor y activista por los derechos del campesinado denunció que las autoridades locales están forzando a los tabacaleros para que reparen las casas de secado con sus propios recursos.
También desde Pinar del Río, el tabacalero Osmani Poveda Hernández advirtió que en el municipio San Juan y Martínez, más de 20 toneladas de tabaco de la campaña anterior se perdieron porque se mojaron en las casas de secado, luego del paso del meteoro en septiembre de 2022.
El campesino de la cooperativa Hermanos Saíz describió la situación en que se encuentran los productores de tabaco: “Aquí las tierras de tabaco están sin sembrar y la campaña tabacalera está atrasada, porque el gobierno no te da recursos de ningún tipo, no tenemos una moto sierra, un serrucho, no hay nada, y la zafra tabacalera se va a demorar años para recuperarse”.
Pero los ejecutivos de Habanos S.A. piensan todo lo contrario.
"Estamos seguros de que este año conseguiremos incluso superar lo alcanzado en 2022, afirmó a Reuters Luis Sánchez el copresidente de Habanos S.A.
Pero no son las inclemencias del tiempo las únicas dificultades para esta industria, como señalaron productores desde otras zonas tabacaleras del país.
En Mayarí, Holguín, donde también se produce tabaco para exportar el agrónomo Osmel Ramírez Álvarez, alertó que el tabaco de exportación "lo han mutilado, lo destruyeron, y se cambió el cultivo del tabaco por el de tomate y otras cosas".
"La economía cubana está destruida por eso, por el mal manejo”, enfatizó el experto.
Otro problema es el retraso en los pagos a los productores.
El usufructuario Daniel Alfaro Frías mencionó los impagos de la empresa Tabacuba a las cooperativas tabacaleras en San Antonio de los Baños, en Artemisa.
“Lo que están sembrando por cooperativas son una o dos vegas, no tienen paquete tecnológico”, reportó el agricultor.
En Bayamo, en la provincia de Granma ,se ha desplomado la campaña tabacalera, comentó el campesino Emiliano González.
“Prácticamente la cosecha del tabaco ha sido aquí mínima debido a la falta de los insumos”, aseguró Emiliano.
Desde Palma Soriano, en Santiago de Cuba, donde se produce tabaco para el consumo nacional, el usufructuario Eliecer Porto, explicó
“Hace más de dos años que no le están propiciando los insumos a estos productores que aquí que siembran tabaco, se suma la falta de combustible para roturar la tierra, y el techado para arreglar las casas de tabaco que en su mayoría están en mal estado”, describió.
Este año, el festival del Habano reúne a unos 2.000 participantes de un centenar de naciones, unos 250 expertos y aficionados adinerados que durante una semana participan en ventas de humidores, lanzamientos de nuevas vitolas, cenas y recorridos por las plantaciones y fábricas en La Habana.
Foro