El ex prisionero político cubano del Grupo de los 75, Orlando Fundora Alvarez, murió el 23 de noviembre en Miami tras sufrir un infarto cardíaco.
Fundora, nacido en Morón, Ciego de Avila, el 6 de julio de 1955, fue apresado durante la ola represiva de 2003 que se conoce como la Primavera Negra de Cuba y condenado a 18 años de privación de libertad. Junto a otros 74 opositores encarcelados fue declarado por Amnistía Internacional, “prisionero de conciencia”.
Su compañero de causa, Juan Carlos Herrera Acosta, desde Syracuse, Nueva York, lamentó el deceso del que llamó “incansable luchador contra la tiranía castrista”.
“Ha muerto Orlando Fundora Álvarez. Una vida entera dedicada a la lucha contra el totalitarismo castrista. Otro hermano se nos va. Otro, que parte a los brazos de Dios sin ver su patria libre por siempre. Lo recordaremos con la promesa de que sus restos descansarán un día, no muy lejano, en Cuba libre y soberana, sin las cadenas del oprobio castrista”.
A los 16 años, Fundora fue preso bajo la dictadura castrista. Cumplió prisión también de 1991 a 1993 por entrada ilegal a Cuba, apuntó Herrera Acosta.
En 1998, fundó la Asociación de Presos Políticos “Pedro Luis Boitel”.
El también ex prisionero de conciencia, Luis Enrique Ferrer García, escribió en su perfil de Facebook:
“Con Fundora compartí las infernales cárceles castristas y recuerdo que enfermo, como estaba en más de un año en el Combinado del Este de La Habana, nunca perdió su alegría y su fe de salir de allí y de ver a Cuba Libre”.
“Allí compartimos en las buenas y las malas y muchas veces protestamos juntos, lo que costó que nos llevaran para celdas de castigo en la unidad especial 47, más conocida como el ‘rectángulo de la muerte”.
En 2004 fueron enviados a diferentes prisiones. “No volví a compartir con Fundora hasta verlo en España, desterrados después de más de 7 años en prisión”, concluyó Ferrer García.
Herrera añadió, “De más está decir el activismo que siempre mostró, esa firmeza contra la dictadura castrista y esa que lo llevaron a prisión sus innumerables huelgas de hambre que fueron las que deterioraron mucho más su estado de salud. Descansa en paz hermano, que la patria te contempla orgullosa”.
“Gracias por tu desprendimiento y por la firmeza que siempre mantuviste contra los trogloditas que desangran nuestra nación. La Patria te contempla orgullosa”, dijo Herrera.