El Ministerio de Cultura de Cuba y la nueva Constitución establecen mecanismos incompatibles con la libertad de creación en Cuba, indica el Informe Anual de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, publicado este miércoles.
El reporte enumera las normas de la política cultural dictada por el Ministerio de Cultura que laceran el trabajo de los creadores y artistas, entre ellas: el Reglamento del Registro Nacional del Creador de Obras de Artes Plásticas y Aplicadas; el Reglamento para el sistema de contratación artística, comercialización y retribución en las manifestaciones de la música y los espectáculos y de las artes escénicas en el territorio nacional; el Reglamento para el sistema de relaciones de trabajo de los trabajadores pertenecientes a la rama artística; el Reglamento del sistema de evaluación de los trabajadores de la rama artística y por último, el Decreto No. 349, aprobado el 20 de abril de 2018, que establece sanciones por el incumplimiento de la política cultural, y que habría agravado la censura y la persecución de artistas en Cuba.
Así el resumen anual da cuenta que “numerosos artistas – como directores de teatro, grupos musicales, escritores, entre otros- siguen siendo severamente hostigados, a fin de impedirles expresar a través del arte sus preocupaciones sociales y políticas”, entre ellos destaca las múltiples detenciones de Luis Manuel Otero Alcántara, Iris Ruiz y Amaury Pacheco.
La curadora de arte y activista Claudia Genlui Hidalgo dijo a Radio Martí que este informe demuestra que el arte en Cuba tiene la fuerza y la capacidad para generar un cambio.
"Uno se pregunta el por qué de toda esta violencia". La respuesta podría estar en la capacidad del movimiento artístico para movilizar y das esperanzas a la población, dijo la joven.
En general la Relatoría apunta que en 2019 han persistido las restricciones a la libertad de expresión, acceso a información pública y a la protesta en Cuba.
Además sostiene que ha habido un recrudecimiento de la represión sobre disidentes y opositores, del hostigamiento, y la persecución sistemática de periodistas independientes “que difunden información y opiniones sobre temas de interés público por fuera del control del Estado".
“El acoso a periodistas, activistas, artistas y defensores y defensoras de derechos no es solo físico, sino también psicológico, donde cobra relevancia la naturalización de los tratos humillantes cometidos como parte del control de las fuerzas policiales y administrativas”, denuncia el informe que registró más de cincuenta denuncias de persecución violenta contra periodistas independientes, activistas y defensores.
La Relatoría Especial expresó “grave preocupación" por la condena a un año de privación de libertad por el delito de resistencia y desobediencia hacia el periodista de CubaNet, Roberto Jesús Quiñones Haces, como consecuencia de su decisión de cubrir las audiencias de un juicio de interés público.