La dama de blanco y miembro del grupo Cuba Independiente y Democrática (CID) Julia Estrella Aramburo Taboas murió a consecuencia de un paro cardíaco, en La Habana, a los 62 años.
La opositora había sido intervenida quirúrgicamente el lunes en el Hospital Manuel Fajardo de la capital cubana por una apendicitis y, en la mañana de este martes, sufrió dos ataques al corazón, uno de los cuales no rebasó, explicó a Radio Televisión Martí su compañera y amiga Laura María Labrada, hija de la fallecida líder de las Damas de Blanco Laura Pollán.
“De Julia se puede decir que fue un ejemplo de persistencia y de lucha contínua por la libertad de sus hijos. Jamás desmayó para verlos libres”.
Aramburo se incorporó en el 2004 a las Damas de Blanco hasta el 2014 fecha en la que el movimiento se escindió en tres grupos.
“Julia Estrella desde el primer momento estuvo en las Damas de Blanco, nunca dejó de vestir de blanco y nunca renegó de las Damas de Blanco. Ella renunció a la dirección de Berta [Soler] y encabezó un grupo de mujeres que se separaron del movimiento inicial pero siempre se consideró una dama de blanco”, recalcó Labrada, quien también se separó del grupo que dirige Soler.
“Siempre fue una hermana para mí y después que mi madre murió, pude contar, incondicionalmente, con Julia Estrella”.
La periodista Camila Acosta publicó en su cuenta de Facebook un video del velorio de la Dama de Blanco.
La exiliada, Haydee Gallardo Salazar, ex presa política e integrante del movimiento más visible de los últimos años en Cuba, dijo en Facebook, al tiempo que publicaba varios fotos del velorio en la funeraria habanera: "Acabo de recibir una lamentable noticia del deceso de nuestra querida patriota, madre sufrida y luchadora por la libertad de sus hijos y todos los presos políticos, mujer valiente, Dama de Blanco, Julia Estrella Aramburo”.
Fue una defensora incansable de los presos políticos: madre de Harold Alcalá Aramburo y tía de Maykel Delgado Aramburo, condenados a cadena perpetua en 2003 por participar, ese mismo año, en el intento de secuestro de la lancha de Regla para llegar a EEUU.
Durante varios años, la activista solicitó, infructuosamente, a las autoridades cubanas la revisión de las sentencias de su hijo y su sobrino y de los otros implicados en la causa.
Recientemente, había presentado ante el Tribunal Supremo un procedimiento especial de revisión de sus dictámenes, para que fueran puestos en libertad.