" Yo no tengo culpa del desastre que ustedes han hecho allá arriba”, espetó a las autoridades cubanas en redes sociales el activista Wilber Aguilar, detenido el martes cuando salía de su vivienda en el barrio La Güinera, en La Habana, a entregar unos medicamentos enviados desde el exterior a un niño enfermo.
Tras ser liberado, Aguilar, padre del preso político Walnier Luis Aguilar Rivera, de 23 años, condenado a 12 años por protestar el 11 de julio en el barrio La Güiner, explicaba en un video posteado en la red social X:
“Saliendo de mi casa, voy a buscar las cosas de mi hijo, de la visita y salgo con una jabita con dos medicinas de un niño que le mandaron... Preso para la unidad de policía”, indicó.
En otra parte de la transmisión, Aguilar se refirió a la presencia de patrullas policiales en La Habana mientras se agrava la situación con el transporte público, lo que le hace mucho más difícil llegar al Combinado del Este, en la capital cubana, donde se encuentra encarcelado su hijo Walnier, quien fue condenado por sedición a pesar de padecer una discapacidad intelectual, según ha denunciado la familia.
Wilber Aguilar, arrestado, multado y amenazado con ir a prisión por agentes de la Seguridad del Estado en varias ocasiones, aseguró que el pueblo cubano se encuentra en total indefensión.
“Qué institución, ahora, aquí, yo me puedo ir a decirle: mira me están acosando, me están metiendo para aquí, me están metiendo para allá, me están metiendo en la unidad. No hay institución ninguna que defienda a este pueblo. El abuso policial aquí es constante, y más con los familiares de los presos políticos. No nos podemos abrazar, no nos podemos reunir".
El activista hizo una petición a las autoridades cubanas para que no continúen asociándolo por su activismo a favor de los presos políticos con acciones que nada tienen que ver con sus reclamos.
“No me hablen más de contrarrevolución, contrarrevolución, que si esto, que si lo otro. Yo tengo a mi hijo preso, ustedes me metieron a mi hijo preso, en un juicio mentiroso, fingido. No me hablen más de contrarrevolución, que si la contrarrevolución. Yo estoy haciendo reacción a las malas acciones de ustedes”.
Desde Camagüey, Ailex Marcano, madre del preso político de las protestas del 11 de julio Ángel Jesús Velis Marcano, de 29 años, condenado a 7 años de cárcel, también reaccionaba el domingo desde Camagüey, donde reside, al hostigamiento policial.
“Tengo todo el derecho a defender a mi hijo, Ángel Jesús Véliz Marcano, no hay quien me lleve a prisión porque no soy delincuente, no cometo actos de indisciplina social. Lo contrario, he sido una esclava de este régimen por 30 años. Basta ya de lágrimas, estoy dispuesta a todo, a dar mi vida si es necesario por la libertad de mi hijo, y por la libertad de todos los presos políticos de la isla de Cuba”, expresó.
En diciembre pasado, padres y cónyuges de presos políticos del 11 de julio se dieron cita en la vivienda de Martha ,madre de Jorge y Nadir Martín Perdomo, quienes purgan condenas de ocho y siete años de privación de libertad, para apoyarse y compartir en Navidad su sentir por los familiares encarcelados. De inmediato, fueron citados algunos de ellos y amenazados por agentes de la policía política cubana, quienes advirtieron que no permitirían ese tipo de reuniones.
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