The New York Times anticipa que una de las enmiendas al Reglamento de Control de Activos Cubanos dadas a conocer el martes por la Administración Obama puede cambiar drásticamente la forma en la que los equipos de Grandes Ligas firman a los peloteros cubanos.
Al permitir que los cubanos que se encuentren en Estados Unidos con visas de no inmigrante trabajen en el país y reciban salarios y otras compensaciones de empresas estadounidenses, pasa a ser legal que las franquicias de las Mayores firmen contratos directamente con los beisbolistas de la isla, señala el matutino.
Esta posibilidad da al traste teóricamente con el anterior requisito de tener que abandonar la isla mediante la deserción del atleta en eventos internacionales o su salida clandestina con ayuda de contrabandistas de personas (aunque los deportistas de alto rendimiento considerados vitales son una de las categorías excluibles de los beneficios de la Reforma Migratoria que entró en vigencia en Cuba en enero de 2013).
El nuevo paquete de medidas hacia Cuba, anunciado el martes por la Administración Obama, continuó relajando las normas de los Departamentos de Comercio y del Tesoro para los estadounidenses que quieren viajar a Cuba, comerciar o hacer negocios con la isla, mientras que la cláusula aludida por el Times beneficia a actores, artistas, atletas y otros cubanos que se encuentren temporalmente en Estados Unidos.
"Al leer la regulación, parece indicar que un jugador de béisbol cubano puede salir del país el lunes y firmar un contrato con Grandes Ligas el martes", dijo al diario Matthew Aho, asesor especial de asuntos cubanos en el bufete de abogados de Nueva York Akerman L.L.P.
"Si la M.L.B. y sus franquicias interpretan estas nuevas reglas con determinación, (pueden entender que) permiten a los equipos negociar contratos con los jugadores cubanos de béisbol en cualquier momento y con apego a las leyes de Estados Unidos", señaló.
Durante décadas, los ciudadanos cubanos que desearan trabajar en Estados Unidos necesitaban una autorización del Departamento del Tesoro.
Para los peloteros se convirtió en un procedimiento estándar, que puede dilatarse varios meses, establecer, después de abandonar Cuba, su residencia en un tercer país, firmar una declaración jurada de que no regresarían a la isla y, sólo entonces, solicitar autorización para negociar un contrato con un equipo de Grandes Ligas.
Los Gourriel podrían ser elegibles desde hoy
El Times sugiere que es poco probable que los deportistas cubanos renuncien a establecerse en un tercer país ya que, debido a las reglas de libre agencia del béisbol, llegar directamente a Estados Unidos limitaría su acceso al mercado abierto y a la firma de mejores contratos.
Pero el diario neoyorquino explica que bajo las nuevas reglas de la Administración Obama, jugadores como Yulieski Gourriel y su hermano Lourdes Jr., que desertaron en febrero, podrían ser elegibles para firmar con un equipo de Grandes Ligas desde hoy miércoles (cuando entran en vigor los cambios) y jugar inmediatamente después para un equipo estadounidense, siempre y cuando cumplan con las condiciones de sus visas de no inmigrante (idealmente visas de trabajo).
La parte del trato que a Cuba no le gusta
Hay, sin embargo, otros requisitos en la norma que, si bien apuntalan la legalidad de la decisión ejecutiva, no deben ser muy del agrado del Gobierno de La Habana:
- El receptor del dinero no puede estar "sujeto a ninguna clase especial de liquidación de impuestos especiales en Cuba"
- La empresa que lo contrate o patrocine no puede "efectuar pagos adicionales al Gobierno cubano, vinculados con dicho patrocinio o contratación".
El Times recuerda que las Grandes Ligas han estado en negociaciones con funcionarios cubanos durante meses para renovar el sistema por el cual los peloteros cubanos llegan a la Gran Carpa.
El pasado verano boreal la MLB, que ha sido asesorada por la Casa Blanca al respecto, presentó un plan al Departamento del Tesoro que permitiría contratar a los jugadores cubanos sin violar el embargo, y conseguir el apoyo de Cuba para que puedan jugar en las Grandes Ligas.
El plan consistía en la creación de una entidad mixta con la MLB y el Sindicato de Jugadores de béisbol profesional, una especie de cooperativa sin fines de lucro para la cual los jugadores deberían obtener licencia de trabajo privado en la isla, y a la que donarían una fracción de sus millonarios salarios para dedicarla al desarrollo del béisbol juvenil y la reparación de instalaciones deportivas en Cuba, entre otros propósitos.
El proyecto no ha recibido aún la aprobación de la Tesorería estadounidense.
En los contratos de deportistas nacionales de alto rendimiento por clubes extranjeros, que Cuba autorizó desde septiembre de 2013 y que no incluyen a las ligas de béisbol de Estados Unidos, la agencia estatal Cubadeportes suele retener el 20% de los honorarios de los atletas.