El 2023 ha sido un año difícil para los cubanos, en el que la escasez de alimentos, medicamentos y los servicios básicos se acrecentó, al igual que la emigración de familias enteras en busca de mejores condiciones de vida, dijo este domingo la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba en su mensaje de Navidad.
En el mensaje, que habla también de "injusticia económica, social" y de la "falta de libertad", los obispos expresan que "el pueblo cubano siente con frecuencia que transita en medio de la noche".
"Estamos terminando un año muy difícil, porque la situación respecto a la alimentación, los medicamentos y los servicios en general es dramática. La emigración creciente de niños, jóvenes, familias enteras, obreros y profesionales añade al sufrimiento por las carencias materiales, el dolor de la separación, y va dejando a muchos adultos mayores en la soledad y el desamparo. Los salarios de la mayoría no alcanzan para nutrirse adecuadamente, sin pensar en otras necesidades que los seres humanos tenemos para vivir con dignidad", detallan.
Los obispos hablan en su mensaje de una comunidad cristiana en la que se sigue echando de menos a los presos, y donde reina la confusión, la tristeza y la desesperanza.
"La economía no acaba de despuntar como se preveía, y la posibilidad de enriquecernos con las legítimas opiniones y pensamientos plurales, no se reconoce y valora suficientemente", apunta el texto publicado por la revista Vida Cristiana.
El mensaje recuerda las palabras del profeta Isaías sobre un "pueblo que caminaba en tinieblas" y "vio una luz grande"; un pueblo que habitaba en "tierra de sombras, y una luz les brilló", en referencia a la esperanza que representa la natividad de Jesús.
"Tenemos que crear entre todos, con responsabilidad y empeño, las posibilidades reales para que el pueblo cubano que es alegre, creativo, emprendedor desarrolle todas sus potencialidades. Y podamos encontrar en la Patria los ámbitos y la libertad para desarrollar los proyectos de vida personales, familiares y comunitarios", concluyeron los obispos.
En agosto pasado, en la presentación del Plan Pastoral 2023-2030, los obispos de Cuba hicieron referencia directa a la situación de profunda crisis que atraviesa el pueblo cubano. "Esta propuesta llega contemporáneamente con la vivencia de uno de los momentos más difíciles de la historia patria. Estamos probablemente en la crisis más grave de los últimos decenios. Las carencias de alimentos y medicinas han alcanzado niveles nunca antes vistos entre nosotros. Hay una inflación y un malestar crecientes con una carga significativa de agobio, desesperanza y desidia”, alertó el documento.
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