El pasado 8 de noviembre, líderes cristianos de diversas denominaciones, miembros de la Alianza de Cristianos de Cuba, celebraron su tercera reunión nacional en la que lanzaron tres pedidos importantes al régimen comunista de la isla.
En el evento realizado en Santiago de Cuba solicitaron a las autoridades de la isla "la liberación de todos los presos por ejercer sus derechos inherentes; que cada movimiento religioso de la Isla pueda ejercer su derecho de asociación, obteniendo personería jurídica y protección ante la ley; y que respeten el derecho de cada ciudadano cubano a ejercer todos sus derechos y que no los persigan por ello".
La reunión de la Alianza de Cristianos de Cuba, que agrupa aproximadamente a 50 líderes de denominaciones y redes religiosas registradas y no registradas, así como líderes de iglesias independientes en la isla, se comprometió a "desarrollar y mantener un compañerismo basado en el respeto mutuo y la colaboración para ayudar, sanar y edificar a nuestras iglesias, comunidades y nación desde una base de fe en la importancia de la vida familiar, el valor y los derechos inherentes de todos los seres humanos, el respeto por Estado de derecho, aprecio por la educación, el aprendizaje, la promoción de la justicia social y la ayuda a los necesitados, que forman parte de los fundamentos del humanismo cristiano".
En el documento final del evento, que ha sido divulgado por Solidaridad Cristiana Mundial (CSW, por sus siglas en inglés), los líderes cristianos se comprometen a promover "la justicia, la verdad, la rectitud y la libertad de conciencia de nuestros derechos como ciudadanos cubanos" y "a trabajar por la sanación de las heridas de nuestra nación dañada, dividida por un proyecto social fallido que continúa despojando a sus ciudadanos de su dignidad como seres humanos".
Además, los religiosos aseguran que se esforzarán "por crear una atmósfera de comprensión mutua, respeto y compasión entre los cubanos de la isla y los de la diáspora".
"Trabajamos y trabajaremos para abogar por más libertades políticas, económicas, religiosas y sociales para que todos los cubanos puedan vivir con dignidad y autodeterminación", indican en la Declaración de Santiago de Cuba.
Los religiosos manifestaron "que como cristianos y la iglesia de Jesucristo y como ciudadanos cubanos bendecimos y honramos a la nación de Israel y condenamos, de todo corazón, los actos de terrorismo cometidos contra esa nación".
Anna Lee Stangl, jefa de promoción de la CSW, dijo que la agrupación religiosa internacional "apoya a la Alianza de Cristianos de Cuba en su llamado a reformas reales para proteger y defender la libertad de religión o creencias y los derechos asociados y a la liberación de todos los presos políticos".
La funcionaria destacó el valor que tuvieron para celebrar la asamblea y publicar esta declaración, "a pesar del acoso y las amenazas del gobierno.
"La CSW insta al gobierno cubano a realizar los cambios que se han solicitado e instamos a la comunidad internacional a monitorear de cerca y colaborar con los líderes religiosos, incluidos los del ACC, en sus esfuerzos por promover los valores democráticos y el respeto de los derechos humanos fundamentales", concluyó Stangl.
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