La Organización de los Estados Americanos (OEA) dijo el martes que no puede reconocer los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), que proclaman a Nicolás Maduro como triunfador en las elecciones presidenciales del domingo.
La organización anunció que sostendrá una reunión extraordinaria este miércoles para debatir sobre las elecciones en el país sudamericano, cuyos resultados han sido cuestionados por varios gobiernos de la región, que llaman a Maduro a mayor transparencia en el proceso.
"La peor forma de represión, la más vil, es impedirle al pueblo soluciones a través de elecciones. La obligación de cada institución de Venezuela debía ser asegurar la libertad, la justicia, la transparencia del proceso electoral. El pueblo debía de contar con las máximas garantías de libertad política para poder expresarse en las urnas, y proteger los derechos de los ciudadanos a ser elegidos", dijo la OEA en un comunicado de prensa.
La organización hemisférica cita un informe de su Departamento de Cooperación y Observación Electoral (DECO) sobre el proceso electoral presidencial en Venezuela que considera que, "en las circunstancias actuales, no pueden reconocerse los resultados" anunciados por el CNE.
"Más de seis horas después del cierre de la votación, el CNE realizó un único anuncio en conferencia de prensa, indicando que había procesado el 80% de las mesas de votación y declarando ganador al candidato oficialista, sin otorgar el detalle de las mesas procesadas, sin publicar las actas y brindando únicamente los porcentajes agregados de votación que habrían recibido las principales fuerzas políticas. El CNE falsamente calificó estos datos como “irreversibles”. Las cifras publicadas en el canal oficial revelaron, además, errores aritméticos", detalla el reporte del DECO.
El CNE proclamó oficialmente ganador a Maduro, en su segunda reelección por seis años, después de que difundiera resultados en la noche del domingo que daban al candidato del oficialismo la victoria electoral con el 51% de los votos frente al 44% de los obtenidos por el representante de la oposición Edmundo González Urrutia.
El llamado a la transparencia y el desconocimiento de los resultados oficiales de los comicios por parte de varios gobiernos ha suscitado una crisis diplomática en la región, tras la decisión del gobierno de Maduro de retirar todo el personal diplomático de las misiones en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay y anunciar el retorno de sus representantes en esos países.
El informe del DECO habla de una "estrategia coordinada" durante los últimos meses para vulnerar la integridad del proceso electoral en Venezuela. El Departamento dijo que la suma de diversos elementos imposibilita otorgarle reconocimiento democrático a las cifras oficiales.
Entre esos elementos mencionó "la opacidad del CNE y su resistencia a la observación nacional e internacional, la extrema inequidad en la contienda, la intimidación y la persecución política, la supresión de candidaturas, los ataques a la prensa y al derecho a la información, la demora en la apertura de centros de votación y en la divulgación de los resultados", así como la resistencia del oficialismo a permitir el ingreso de testigos de la oposición a las mesas y centros de votación, o entregarles la copia del acta de escrutinio y la suspensión en la transmisión de resultados desde distintos centros de votación.
Otras irregularidades detalladas en el reporte del DECO fueron la interrupción del servicio de la página web del CNE, el anuncio de un supuesto hackeo al sistema de transmisión sin aportar pruebas y la contradicción entre los porcentajes anunciados por el presidente del Consejo, Elvis Amoroso, y los verificados por la ciudadanía, hechos públicos al concluir el escrutinio.
La oposición venezolana aseguró el lunes que tiene en su poder el 73,2% de las actas de todas las mesas de votación para comprobar que su candidato ganó las elecciones presidenciales con una diferencia “apabullante”.
La OEA también criticó que el gobierno de Venezuela se haya lanzado nuevamente a "un proceso electoral sin garantías, ni mecanismos y procedimientos para hacer valer esas garantías".
Recordó en el comunicado una situación similar hace 11 años, durante el proceso electoral del 14 de abril 2013, cuando las autoridades electorales venezolanas se comprometieron con UNASUR, cuatro días después de dar como ganador a Maduro, a realizar una auditoria del 100% de las actas de votación. "Es obvio decir que la misma nunca se cumplió. Es obvio que una nueva burla sería inadmisible", recalcó la OEA.
La organización concluyó que luego de que el comando de campaña opositor presentara las actas por las que habría ganado la elección, algo que el CNE aún no ha hecho, se impone que Maduro acepte "su derrota electoral" y abra "el camino al retorno a la democracia en Venezuela".
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