La especialista brasileña en marketing político Monica Moura afirmó en un anexo de su delación compensada en el caso de corrupción Lava-Autos que el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, le pagó "por fuera" 11 millones de dólares por la campaña de reelección, en 2012, del entonces presidente Hugo Chávez.
Moura es la esposa del estratega Joao Santana, apodado "el fabricante de presidentes" por haber ayudado a los líderes izquierdistas de Brasil a mantenerse en el poder durante 13 años. Ambos fueron arrestados el año pasado y ahora cumplen ocho años de prisión, en el marco de la investigación sobre corrupción conocida como Operación Lava-Autos.
El jueves, el ministro Edson Facchin, relator del caso en el Supremo Tribunal Federal de Brasil, determinó retirar el secreto a las delaciones premiadas del matrimonio.
Según el anexo, el entonces canciller de Venezuela exigió que "casi todas las sumas" que se le debían por la campaña se le pagaran por caja chica a la empresa de la pareja, Polis Propaganda & Marketing.
En uno de los extractos, la estratega política informa que "parte de ese valor no contabilizado fue pagado en efectivo, y entregado en Caracas directamente a Mónica Moura por el entonces canciller Nicolás Maduro, en la sede de la cancillería”.
"En Caracas, en la propia sede de la cancillería, Mónica Moura recibió carteras con US $ 11 millones en efectivo de Nicolás Maduro, y quedó pendiente una deuda de 15 millones de dólares que nunca fue saldada", dice otro fragmento de la delación. También le asignó una escolta para brindarle seguridad en su recorrido.
En una declaración a los fiscales brasileños en marzo, Moura detalló pagos ilegales similares por un total de 53,9 millones de dólares, entregados principalmente por firmas brasileñas de ingeniería, como retribución a su trabajo en el extranjero asesorando campañas electorales en Panamá, El Salvador, Angola y Venezuela.
Según ella, siete millones de dólares fueron pagados a la pareja por Odebrecht, el conglomerado de ingeniería más grande de Brasil, que admitió haber sobornado a funcionarios gubernamentales para obtener contratos en ese y una decena de otros países; y otros dos millones de dólares, por el constructor brasileño Andrade Gutiérrez.
(Redactado por Rolando Cartaya con información de EFE, Globo y Supremo Tribunal Federal)
