Las autoridades militares cubanas no han respondido a la denuncia hecha por Raúl Borges Álvarez sobre presuntas provocaciones de un reo común a su hijo, el preso político Ernesto Borges Pérez.
“Con los beneficios, Ernesto, ya el año que viene cumple los 30 años de privación de libertad. Nosotros tenemos una preocupación extrema porque ahora, por ejemplo, le negaron la mínima, es decir, se le niegan las posibilidades del paso previo para la liberación. Pero más alarmante es que a Ernesto lo han rodeado de asesinos en el destacamento donde está, y se han creado algunas situaciones: provocaciones a Ernesto por uno de estos asesinos, en particular”, relató a Martí Noticias el padre.
Borges Álvarez formuló su queja en el Departamento 21 de Enfrentamiento a la Contrarrevolución del Ministerio del Interior (MININT) en noviembre de 2023. Más adelante, en diciembre, en la Dirección Nacional de la Contrainteligencia, y el 18 de enero de 2024 se presentó en Atención a la Ciudadanía de la Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones, más conocida por 15 y K por su ubicación en el capitalino barrio del Vedado.
“En todos estos lugares planteamos nuestra preocupación por la situación que viene confrontando mi hijo, para alertar a los mandos, para que actúen en consecuencia. Nadie respondió nada”, aseguró Borges Álvarez.
“Mi denuncia comprende dos aspectos: uno, que estas provocaciones pueden tener como objetivo fabricarle una nueva causa a Ernesto para que el año que viene no lo saquen de libertad; y la otra, que puede estarse fraguando un plan de asesinato selectivo alrededor de él. Motivaciones las tienen, él es un enemigo acérrimo “del régimen”, agregó.
Borges Pérez ostentaba el grado de capitán y era analista del cuerpo de Seguridad del Estado del MININT cuando fue detenido, el 17 de julio de 1998, acusado de intentar pasar información secreta a los Estados Unidos.
Fue juzgado por el delito de espionaje, que se quedó en grado de tentativa, y condenado a 30 años de cárcel, sanción que extingue en la Prisión Combinado del Este de la Habana.
El Movimiento Objetores de Conciencia (MOC), compuesto por ex altos oficiales de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) y el MININT, que desertaron y hoy residen en el extranjero, llamó a instituciones internacionales a observar, cuidadosamente, la peligrosa situación en que se encuentra Borges Pérez, y a las autoridades cubanas, a tomar “las medidas de seguridad” inmediatas para proteger su vida.
“No es un delincuente común, es un exoficial del Ministerio del Interior, declarado preso político por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que lleva más de 25 años en las ergástulas de la dictadura por un delito que ni siquiera fue consumado, quedando en grado de tentativa”, indicó a nuestra redacción, el exteniente coronel Raúl Risco, miembro del MOC.
“El capitán Borges Pérez expuso su vida sin otro interés que ayudar a los cubanos a liberarse de sus opresores, y ha pagado de sobra por un delito en el que nadie resultó perjudicado, ni se empleó la violencia”, subrayó.
“Estamos responsabilizando al sistema de prisiones de Cuba, a la Contrainteligencia, al alto mando del Ministerio del Interior, y a [Miguel} Díaz-Canel y Raúl Castro, con la vida de este exoficial del Ministerio del Interior bajo su custodia”, recalcó Risco.
Ernesto Borges Pérez recibió el premio Patmos 2021, que concede el instituto del mismo nombre a cristianos cubanos comprometidos y consecuentes con su fe.
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