La Seguridad del Estado interrogó este martes a la periodista independiente Camila Acosta durante una citación oficial para hablar sobre el proceso de investigación penal al que está sujeta por su cobertura de los sucesos del 11 de julio.
“Fue para notificarme que van a proceder a registrar los equipos que me confiscaron en julio, el mismo día de mi detención, que me realizaron un registro en el apartamento que yo estaba rentando. En ese momento me quitaron laptop, teléfono, grabadora, memoria flash, disco duro. Entonces ahora, a más de cuatro meses, dicen que van a acceder a mis equipos. Así, como si uno no supiera que ya lo hicieron”, dijo la comunicadora en conversación con Radio Televisión Martí.
Acosta fue arrestada el 12 de julio, como parte de la ola represiva desatada por el régimen tras el estallido social. Fue sometida a intensos interrogatorios, en la unidad policial de la calle Acosta, en el municipio habanero de Diez de Octubre, y liberada el 16 de julio bajo la medida cautelar de reclusión domiciliaria.
“Yo supongo que esto lo hicieron, un poco, para medir mi estado psicológico después de cuatro meses presa dentro de mi casa, además de para intimidarme con que puedan encontrar algo en esos equipos. Por supuesto, no van a encontrar nada, porque lo único que yo tengo ahí son cosas de trabajo y fotos de familia”.
La reportera había sido acusada de “desórdenes públicos” e “instigación a delinquir”, una situación que, aparentemente, ha cambiado.
“Ahora resulta que no estoy acusada por desorden público, sino sólo por Instigación a delinquir. Ya sabemos que ellos hacen y deshacen a su antojo”, se burló Acosta, y añadió:
“Tuvimos unas palabras, porque a veces ellos intentan hacerse los amiguitos de uno, y con esa prepotencia, ese cinismo de que ellos son la autoridad y nosotros tenemos que bajar la cabeza ante ellos. Por eso, les contestaba tajante. El interrogatorio duró menos de media hora y me negué a firmar ese documento que ellos me presentaron, en el que me decían lo que podía o no hacer en prisión domiciliaria, como leyéndome la cartilla. También me dijo: ‘ten cuidado con lo que publicas en redes sociales’”, relató.
“Por el tema de la corresponsalía que yo tengo de ABC me dijo que es mentira, porque yo no estoy acreditada. Yo le contesté que ya estoy en ese proceso, pero que, en última instancia, eso no es un delito. Me aseguró que sí lo es: ‘usurpación de funciones públicas’. Le manifesté ‘entonces acúsame de ‘usurpación de funciones públicas’, mientras tanto, vamos a hablar de ‘instigación a delinquir’, que es de lo que estoy inculpada ahora mismo”.
Camila Acosta, corresponsal en Cuba del diario español ABC, lleva casi 140 días cautiva en su casa, bajo vigilancia permanente de agentes de la policía política.