El secretario de Estado de los Estados Unidos, Michael R. Pompeo, ha hecho público un documento en el cual afirma que “estamos presenciando un intento sistemático por parte del partido-Estado chino de destruir a los uigures”, expresó, refiriéndose a la minoría étnica de religión musulmana que reside en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang.
En el documento, titulado Determinación del Secretario de Estado sobre atrocidades en Xinjiang, Pompeo hace un recuento del tradicional compromiso de los Estados Unidos de América “para que los autores de las violaciones de derechos humanos más aberrantes respondan por sus acciones”.
“Desde los juicios de Nuremberg o la adopción de la Convención sobre el Genocidio de 1948 hasta la declaración sobre el genocidio perpetrado recientemente por ISIS contra yazidíes, cristianos y otras minorías religiosas en Irak”, enumera el secretario de Estado, haciendo énfasis en que esta labor no se realiza “porque nos obligue algún tribunal internacional […] Lo hacemos porque es lo correcto”, enfatizó.
La Determinación firmada hoy por el Departamento de Estado consta de dos puntos y va dirigida a especificar los delitos que el Partido Comunista de China (PCCh) comete reiteradamente contra las minorías religiosas del país, desde las detenciones arbitrarias hasta la esterilización obligatoria de las mujeres, pasando por la tortura y la reclusión en campos de concentración.
En el segundo punto, el secretario Pompeo determina que “China, bajo la dirección y el control del PPCh, ha cometido genocidio contra el número predominante de uigures musulmanes y otras minorías étnicas y religiosas en Xinjiang. Creo”, agrega Pompeo, “que este genocidio no ha cesado”.
De acuerdo con el secretario de Estado, “Estados Unidos ha trabajado denodadamente para sacar a la luz lo que el Partido Comunista y el secretario general Xi Jinping desean mantener oculto a través de maniobras de confusión, propaganda y coerción. Las atrocidades causadas por Pekín en Xinjiang representan una afrenta extrema a los uigures […] y a todos los pueblos civilizados del mundo”.
Mike Pompeo finaliza el documento de Determinación pidiendo que “No guardemos silencio”, y recordando que permitirle al PCCh continuar con sus desmanes es una manera de complicidad con el genocidio.