La constante subida de los precios en productos de primera necesidad en Cuba es uno de los temas que más preocupa a los cubanos por estos días.
En opinión de algunos, la situación ya está fuera de control.
“Y la subida en los gastos…”, dijo a Radio Martí un residente en Güines, Mayabeque que se identificó como Osvaldo.
Por otra parte, desde Caimito, en la provincia Artemisa, Hortensia señaló que vivir actualmente en la isla es un "sálvese quien pueda".
“El que tiene compra, y el que no tiene, no puede comprar nada. ¡Todo está muy caro!, manifestó la mujer.
Desde La Habana, el periodista independiente Vladimir Turró indicó que la situación de la subida de los precios no se detendrá hasta que el Estado no resuelva los problemas de abastecimiento.
“Es decir, si estamos hablando de pollo, a lo mejor te dan un paquete de pollo una vez al mes, el detergente cada mes y medio y, entonces, existe muchísima corrupción, porque todos estos productos salen a la calle en el mercado negro. Cada vez que pasan unos diez días, aumentan un poco más (los precios) por la necesidad que tienen las personas de adquirirlos”, explicó el comunicador.
Mientras, los más vulnerables reciben el impacto mayor, señaló Turró.
“Por ejemplo, ancianos que viven del retiro y la están pasando muy mal; estas personas, incluso, pasan hambre. El régimen sigue culpando al bloqueo (embargo estadounidense), pero no creo que el campo, las viandas, las frutas... tengan algo que ver con el bloqueo y, sin embargo, también hay déficit y aumentan (los precios)”.
Una subida generalizada de los precios de los productos básicos, fundamentalmente, se traduce en una disminución de la capacidad adquisitiva de la familia cubana. En opinión del licenciado en Sociología y analista Ángel Marcelo Rodríguez Pita, en la isla los productos de primera necesidad han subido desmesuradamente.
“Partiendo de un análisis del escenario, ahora mismo los precios de los productos han subido alrededor de cinco veces, sin embargo el dólar, para muchos en el mercado interno, va cayendo”, apuntó el analista.
Esta es una tendencia que, según Rodríguez Pita, es impulsada por el estado cubano.
“Ahora el gobierno cubano pretende ralentizar eso, primero que todo, porque de la manera que iba, tan rápida, no permitía asegurar los procesos de inversiones. No permitía que en el mercado cubano ocurriera una profundización de la inversión pese al abaratamiento de la mano de obra”, estimó el experto.
Y las consecuencias, como siempre, las paga la familia cubana, precisó.
“Esa ralentización del proceso daña el consumo de los ciudadanos, con la remesa que llega, van a tener menos moneda nacional. Siguen subiendo los precios y, por tanto, te frena la capacidad de consumo. Eso es lo que está ocurriendo, en resumen, en el escenario cubano”, concluyó Rodríguez Pita.
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