La presa política Aymara Nieto Muñoz cumplirá tres meses sin poder recibir alimentos y artículos de su familia, en la prisión de mujeres de Las Tunas.
Su esposo, el expreso político Ismael Boris, dijo a Radio Martí que debido a la pandemia del COVID-19 la familia no se ha podido trasladar a esa provincia y que cuando alguien de allí se presta a ayudarlos, le decomisan lo destinado a Nieto Muñoz.
Agregó Boris que desde la semana pasada la familia no sabe nada de Nieto Muñoz y que es imprescindible hacerle llegar productos tan básicos.
Explicó que elementos tan simples como jabón y otros para el aseo personal tienen que ser proveídos por los familiares y que, sin embargo, las autoridades carcelarias ni siquiera permiten que a su esposa se le hagan llegar.
Según Boris, las autoridades han robado las cosas que han podido enviar mediante amigos o en otros casos han sido robadas por otras reclusas "con el probable consentimiento de los carceleros".
Ismael Boris dijo que tras el último cierre del transporte en Cuba por el COVID-19, "es imposible viajar desde La Habana hasta allá para llevarle las jabas".
Los familiares de la presa política se han dirigido a la Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones, pero sin éxito.
Nieto Muñoz fue sometida durante 2020 a castigos y restricciones por parte de las autoridades carcelarias tras haber sido trasladada desde la Cárcel de Mujeres del Guatao en La Habana.
Según las autoridades su traslado fue como castigo por haberse involucrado en un motín ocurrido en esa cárcel, en el que la opositora asegura que no participó.
Otro problema que ha tenido Aymara Nieto Muñoz son los malos tratos y la prohibición arbitraria de no poder llamar por teléfono a su familia.