La presa política Aymara Nieto Muñoz confinada en la prisión conocida por Betica, en Las Tunas, lleva más de dos meses sin poder recibir alimentos, ni artículos de aseo personal, de parte de sus familiares.
Su esposo, el opositor y expreso político Ismael Boris Reñí, dijo a Radio Televisión Martí que tras el último cierre del transporte en Cuba por el COVID-19, "es imposible viajar desde La Habana hasta allá para llevarle las jabas".
Precisó que la última visita la realizó el pasado 5 de diciembre y desde entonces "ella no ha recibido ni un jabón para el baño".
El esposo dijo que indagó sobre el caso en la Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones y le informaron que solo enviaban paquetes a los reos, hasta la provincia de Camagüey.
Nieto Muñoz, durante 2020 fue sometida a castigos y restricciones por parte de las autoridades carcelarias tras haber sido trasladada desde la Cárcel de Mujeres del Guatao en La Habana, hasta el oriente del país.
Según las autoridades su traslado fue como castigo por haberse involucrado en un motín ocurrido en esa cárcel, en el que la opositora asegura que no participó.
La llegada de la activista a Las Tunas coincide con el momento en que, para evitar el contagio del coronavirus, las autoridades cancelaron las visitas a prisión.
En la cárcel fue sometida a tratos crueles y degradantes y en múltiples ocasiones le prohibieron las llamadas telefónicas lo que ocasionó que sus hijas, madre y esposo pasaran más de seis meses sin tener información de ella.
Nieto Muñoz, miembro de las Damas de Blanco y la Unión Patriótica de Cuba, fue sentenciada en 2018 a cuatro años de cárcel por los supuestos delitos de atentado, daño y desacato, cuando salía de la sede de las Damas de Blanco en La Habana.
La familia ha denunciado las medidas arbitrarias que se han aplicado contra la prisionera política. En las redes sociales, activistas de derechos humanos se han pronunciado a favor de su libertad.
El pasado año organizaciones defensoras de los derechos humanos pidieron la liberación de las mujeres cubanas encarceladas por su activismo político y exigieron al régimen el respeto a los derechos humanos.
[Entrevista realizada por Ivette Pacheco para Radio Martí]