Las autoridades sanitarias reportaron este lunes 35 nuevos casos de COVID-19 en Cuba, para un total de 3.717, en medio de un repunte de la enfermedad que tiene a La Habana como centro, con brotes en varios de sus municipios.
Un foco detectado el fin de semana en Arroyo Naranjo ha producido ya más de 30 casos, 10 en el día, según cifras oficiales.
Heidy Madrigal, residente de esa localidad, se quejó en Facebook de lo impreciso del reporte del Ministerio de Salud Pública sobre el evento:
"(...) Arroyo es inmenso y nadie dice las zonas para uno poder orientarse. Es horrible. Al menos yo, mis nervios están muy malos, tengo 4 niños, vivo en Arroyo, mi esposo trabaja y yo tengo que salir a buscar comida y salgo con muchísimo miedo", afirmó.
Según la usuaria Cristy Marian Mendez Sanabria, "el aumento de casos se debe a dos fiestas que realizaron en Miguel Biondi, en Mantilla", y como consecuencia 12 manzanas de la zona estarían "en cuatentena".
La capital, con 32 de los casos informados este lunes, acumula un total de 2,862 contagios confirmados desde que comenzó la pandemia, más de la mitad de los casos a nivel nacional, dijo en su conferencia de prensa diaria el doctor Francisco Durán, jefe de Epidemiología del MINSAP.
Durán insistió en que la dispersión de contagios en la capital es preocupante, y exige un mayor control para lograr contener la propagación del virus.
Se mantienen ingresados por la enfermedad 1,171 pacientes, de ellos 579 sospechosos y 545 confirmados, dos en estado crítico y 19 de gravedad.
El domingo, el MINSAP reportó 65 casos de COVID-19, 57 de ellos en la capital del país.
Tras varios reportes satisfactorios a finales de junio y primeras semanas de julio, el gobierno cubano declaró la fase de recuperación de la pandemia en todas las provincias de la isla, con la apertura parcial de negocios, parques públicos, playas y el sistema de transporte. Días después, nuevos brotes marcaron un repunte de la enfermedad que continúa hasta hoy.
