El exprisionero político cubano Samuel Pupo Martínez, manifestante del 11 de julio de 2021 en Cárdenas, Matanzas, se vio obligado a elegir el exilio frente a la probabilidad de ser encarcelado de nuevo.
“Tuve que salir de mi país, de mi amado país, porque la represión era muy grande contra mí. El asedio era grande y tuve miedo de que me metieran preso de nuevo. No quiero volver a pasar por eso porque en prisión no resuelvo nada, prefiero estar aquí en otro país”, dijo en entrevista con Martí Noticias.
“No pude sacar a mi mujer, ni a mi niño, desgraciadamente. Estoy empezando a rehacer mi vida, para ver cómo logro sacarlos para acá. Hace unos días que llegué. Tuve que pasar por la frontera, por lugares muy duros, muy difíciles”, recordó.
Pupo Martínez, quien cumplió su condena de tres años de privación de libertad en abril de 2024, abandonó la Isla recientemente y se encuentra ahora en Costa Rica, luego de pasar por Nicaragua.
El 11 de julio de 2021, Pupo se subió a un carro volcado y gritó consignas como "¡Abajo el comunismo!" y "¡Patria y Vida!", por lo que fue sentenciado por "desórdenes públicos" y "desacato".
“Muchas gracias, Radio Martí, que siempre estuvieron presentes, en las buenas y en las malas conmigo mientras estuve preso”, indicó Pupo Martínez.
"Mi mensaje siempre va a ser ‘Patria y vida’. Sigo luchando por la libertad de mi país. Yo salí de prisión, pero, como dije cuando salí, nunca estuve en libertad mientras estuve en Cuba. Ahora es que estoy disfrutando de la verdadera libertad y esta libertad que yo estoy disfrutando, es la misma que quiero para mi pueblo cubano", enfatizó.
Por la coacción de las fuerzas represivas contra él y su familia, Pupo Martínez se vio conminado a cesar sus críticas al sistema comunista cubano y a las políticas sociales del régimen en redes sociales.
La familia decidió que el manifestante debía salir del país tras el hostigamiento constante de la Seguridad del Estado, que lo amenazó con procesarlo penalmente bajo el cargo de propaganda contra el orden constitucional, un delito que puede acarrear condenas de hasta 10 años de privación de libertad.
"¿Por qué nosotros no podemos tener un país tan bonito, así como lo que es Costa Rica, que es un país hermosísimo? Tenemos que luchar para que nuestro país sea diferente, para que no haya comunismo, para que se acabe toda esa dictadura que acaba con nuestro pueblo", manifestó.
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