El presidente Donald Trump vendrá a Miami el viernes próximo para anunciar los cambios de su administración a la política de Estados Unidos hacia Cuba, dijo a The Miami Herald una fuente con conocimiento de los planes del mandatario.
La ubicación del evento no ha sido fijada todavía, pero el hecho de que ya se ha planeado el viaje indica que la revisión de la política hacia Cuba, la cual ha estado siendo estudiada durante varias semanas, será finalizada pronto.
La periodista que firma la información, Patricia Mazzei, opina que la decisión de revelar las revisiones a la política en Miami sugiere que Trump complacerá a los exiliados cubanos que abogan por una línea dura hacia el régimen de los hermanos Castro, por considerar significativo el apoyo que ellos le brindaron para ganar la Florida y la presidencia.
Varias instituciones locales tienen un valor simbólico para los cubanoamericanos, entre ellas el Museo de Bahía de Cochinos, en La Pequeña Habana, y la Torre de la Libertad, en el downtown de Miami.
Se espera que el vicepresidente, Mike Pence, asista también al evento. Pence estará para esa fecha en Miami, participando en la conferencia sobre América Central que tendrá lugar en la Universidad Internacional de la Florida (FIU).
Los miembros del gabinete Rex Tillerson, Secretario de Estado; John Kelly, de Seguridad Interna; y Steven Mnuchin, del Tesoro, participarán también en la conferencia en FIU, aunque no está claro si formarán parte de la presentación de la nueva política hacia Cuba.
Desde la última semana de mayo comenzaron a circular rumores de que Trump vendría a Miami a mediados de junio. Partidarios de la reanudación de relaciones emprendida por el expresidente Barack Obama empezaron a filtrar, alarmados, que se estaba reescribiendo la política hacia Cuba.
Trump se está preparando para, al menos, hacer más difíciles algunos de los cambios de Obama: se esperan restricciones a los negocios con los militares cubanos y a los viajes de ciudadanos estadounidenses que puedan resultar en algún tipo de turismo, anticipó el Miami Herald.
Tales revisiones han sido respaldadas por el senador por la Florida Marco Rubio y el representante por Miami Mario Diaz-Balart, los únicos dos miembros locales del Congreso federal que apoyaron a Trump y que, como resultado, han ejercido una influencia acerca del tema sobre su administración. Rubio en particular ha estado trabajando muy de cerca con la Casa Blanca y el Consejo Nacional de Seguridad en relación con los próximos cambios, precisa la información del Miami Herald.
Legisladores de la Cámara de Representantes y el Senado que favorecen la apertura hacia Cuba enviaron una carta a Trump el viernes en la cual lo exhortan a no cambiar la política impulsada por Obama.
Siete representantes republicanos expresaron en la misiva su “profunda preocupación” respecto a que revertir la apertura hacia la isla “podría incentivar a Cuba a consolidar sus lazos con Rusia y China y la haría más dependiente de esos países”.
Firmaron la carta los congresistas Tom Emmer (Minnesota); Rick Crawford (Arkansas); Ted Poe (Texas); Darin LaHood (Illinois); Roger Marshall (Kansas); James Comer (Kentucky); y Jack Bergman (Michigan).
Por su parte los senadores John Boozman (R-Arkansas); Mike Enzi, (R-Wyoming); y Jeff Flake (R-Arizona), escribieron al Secretario de Estado, Rex Tillerson, y al Consejero de Seguridad Nacional, H.R. McMaster, indicando que el crecimiento del sector privado cubano amplió las oportunidades de Estados Unidos para hacer negocios en Cuba, y beneficia a su seguridad nacional, porque evita que la isla se convierta en un “Estado cliente de naciones que tienen intereses contrarios a los de Estados Unidos”.
[Redactado por Pablo Alfonso con información del Miami Herald y ABC News]