El preso político Ubaldo Herrera Hernández fue liberado este miércoles tras casi cuatro años encarcelado, de una condena de cinco, a consecuencia de una protesta pacífica en la localidad de Quivicán, en Mayabeque, reportó el portal de noticias CubaNet.
Herrera Hernández fue acusado de presunto atentado y desacato por pintar carteles en las calles y gritar “Abajo el régimen”, “Abajo el comunismo” y “Vivan los derechos humanos”, dijo en entrevista con ese medio digital.
Según el activista del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR) la causa de atentado fue fabricada por la Seguridad del Estado, de cuyos agentes recibió golpizas en dos ocasiones después del arresto.
“Me cambiaron la causa. Me iban a soltar con una multa de 150 pesos por ensuciar el ornato público y por desorden público, pero la Seguridad del Estado dijo que no me podían soltar, y entonces me dieron otra golpiza que, de hecho, todavía estoy padeciendo de ella y, encima de eso, me fabricaron el delito de atentado”, dijo Herrera Hernández a CubaNet.
La prisión fue “un peligro constante”, aseguró el opositor, que dijo haber sido víctima durante su encierro de torturas físicas y psicológicas.
En junio de 2019, Herrera Hernández protagonizó una huelga de hambre en la prisión de Quivicán, en reclamo de respeto a los derechos humanos en las cárceles de la isla.
“Hay que estar allí para saber lo que se sufre en una prisión castrista”, concluyó.
El régimen cubano alega que en la isla no hay presos políticos. La organización Prisoners Defenders ha documentado la existencia de 134 prisioneros por razones políticas en Cuba, según la lista actualizada el pasado 1 de diciembre. La mayoría ha sido acusada y juzgada por delitos comunes, sin respeto al debido proceso.