En los últimos tres meses de 2017 un gran número de cubanos decidieron entregarse a las autoridades fronterizas de Estados Unidos, según estadísticas oficiales a las que tuvo acceso Martí Noticias.
En total 1, 451 originales de Cuba fueron declarados inadmisibles en el territorio de EEUU desde el primero de octubre pasado cuando cerró el año fiscal hasta diciembre 31, de acuerdo a cómputos del gobierno.
Por El Paso ingresaron 27; por Laredo 1,398; por San Diego 24 y 2 por Tucson.
En el año fiscal 2017 se registró el cruce de 15.410 cubanos y en 2016, 41,523. No obstante sigue siendo una cifra considerable teniendo en cuenta que los cubanos perdieron los beneficios migratorios después que el presidente Barack Obama puso fin a la política "pies secos/ pies mojados" el 12 de enero de 2017. Desde entonces están sujetos a deportación si no logran demostrar miedo creíble para evitar la repatriación.
Las autoridades consideran que "estas acciones forman parte de la normalización continua de las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba y reflejan el compromiso de tener una política de inmigración más amplia en la que tratamos a personas de diferentes países de manera consecuente".
Al arribar a los puntos fronterizos, los cubanos solicitan asilo político, un proceso que puede demorar en algunos casos hasta un año. El solicitante deberá comparecer por lo menos en tres ocasiones ante un juez de inmigración y demostrar un fundado temor de persecución en su país por motivos de religión, raza, nacionalidad o pertenencia a un grupo político.
Cifras del Departamento Seguridad Interior dan cuenta que en el 2016 solo 4 cubanos que ingresaron ilegalmente al país recibieron asilo político; en 2015 fueron 6 los beneficiados; 11 en el 2014 y 25 en el 2013.