Una mujer rescatada de entre los escombros la noche del jueves tras producirse un derrumbe en el barrio habanero del Cerro perdió la vida pocas horas después en el hospital, reporta Granma.
Es la segunda muerte por derrumbe en la capital cubana en menos de una semana. El sábado murió un trabajador de Servicios Comunales al desprenderse una pared en el edificio de San Miguel y Belascoaín, en Centro Habana, reportó el diario independiente 14ymedio.
María Magdalena Olivares Miller, de 68 años de edad, quedó atrapada bajo los escombros de un edificio que colapsó cerca de las 6:30 de la tarde del jueves en la calle Monte 1061, entre Fernandina y Romay, en el municipio Cerro, informa el periódico oficial.
Había quedado “atrapada sin salida” al desprenderse la cubierta de la planta superior, lo que causó el desplome del techo de su vivienda, dice Granma. Al cabo de tres horas, los rescatistas y los bomberos lograron sacarla con vida, pero Olivares Miller falleció poco despues en el hospital Calixto García.
La noche del jueves, en su página de Facebook, Jesús E. Muñoz Machín había reportado que “un centenar de personas aplaudieron mientras bomberos y paramédicos sacaron con vida a una mujer adulta del derrumbe parcial ocurrido más de tres horas antes en un interior ubicado en la Calzada de Monte, entre Fernandina y Romay, al lado del Policlínico Abel Santamaría, en el Cerro”.
De acuerdo con Muñoz Machín, “ninguna de las personas que habitualmente la acompañaban, incluidos dos menores de edad, se encontraban en el lugar del derrumbe”.
En el edificio viven cuatro familias, pero “solo dos casas fueron afectadas estructuralmente”, indica Granma, según el cual los técnicos del Departamento de Vivienda “evalúan las condiciones constructivas del resto del inmueble” visto en las fotos.
Aunque en el caso del trabajador de Servicios Comunales la prensa oficial había hecho silencio hasta que 14ymedio informó de la tragedia, esta vez Granma reportó el derrumbe y el fallecimiento con varias fotos en las que destaca la faena de los rescatistas y “una difícil labor de salvamento que duró aproximadamente tres horas”.
Los derrumbes han cobrado al menos ocho vidas en el país últimamente. Además de las tres niñas de entre 11 y 12 años que murieron en el barrio habanero de Jesús María a fines de enero cuando se desplomó un balcón en un edificio aledaño a una escuela, un hombre falleció en marzo en la calle Inquisidor, entre Luz y Acosta, también en La Habana Vieja, y otra niña –esta de 13 años—y su madre murieron en el municipio Playa a fines de 2019.
En otros casos en los que afortunadamente no hubo que lamentar muertes, el derrumbe deja en situaciones extremadamente precarias a familias enteras.
Al derrumbarse parcialmente la escalera de un edificio de Caibarién el 6 de julio, los bomberos derribaron la parte que quedaba. Sin embargo, de las ocho familias residentes en el lugar, seis se negaron a ser evacuadas y para tener acceso a sus hogares en la planta alta colocaron una improvisada escalera de madera.
En junio, 11 familias –entre las cuales hay siete niños-- quedaron afectadas por el derrumbe en una cuartería de Morón.