Los cubanos mayores de 60 años ascienden en la isla a 2.219.784 personas, lo que representa el 19,8% de la población del país, informó el martes la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba (ONEI).
La cifra es mayor que la de la población adolescente (entre 10 y 19 años), agrega el informe de la ONEI, el cual anticipa que el envejecimiento poblacional como tendencia seguirá aumentando en los próximos años, al tiempo que decrecerá el segmento joven y adolescente (0 a 14).
En 1985 las personas de 60 años y más representaban el 11,3 por ciento del total de habitantes, pero el censo de 2012 arrojó un 18 % de personas de la tercera edad.
La dinámica demográfica para reponer una población joven requiere que los de 0 a 14 años sean el doble del grupo de 60 y más. Pero las proyecciones indican que ocurrirá todo lo contrario.
En la reciente reunión anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, ASCE, celerbada en Miami, el profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh Carmelo-Mesa Lago, especialista en asuntos de seguridad social, volvió a alertar sobre la “bomba de tiempo” que se cierne sobre la sociedad cubana con el creciente envejecimiento de la población y la reducción de la fuerza laboral.
“Cuba vive un rápido envejecimiento poblacional. Es ya la nación más envejecida del continente”, explicó Mesa-Lago. Además, el país ha visto caer por segundo año consecutivo el número de personas laboralmente activas. Este fenómeno se acelerará en un futuro cercano y es especialmente peligroso porque sobre ese segmento de la población se sostienen los gastos sociales para los ancianos y los niños”, dijo el catedrático.
Entre las tendencias que provocan el aumento del fenómeno reconocidas por el gobierno se encuentran una mayor independencia de la mujer, la alta esperanza de vida, y la baja tasa de natalidad. La ONEI precisó que la fecundidad en Cuba ha estado por debajo de la tasa de reemplazo de una hija por mujer desde hace 38 años.
Sin embargo generalmente no se admiten razones económicas y sociales de la renuencia de las mujeres a tener más hijos, como los bajos salarios, la insuficiente cantidad de viviendas, y las dificultades para desarrollar un proyecto de vida próspera en la isla.
Estos factores alientan por otra parte la emigración, especialmente de los jóvenes, lo que también redunda en el envejecimiento de la población.
La Proporción de Apoyo Potencial (PSR por sus siglas en inglés), que indica la cantidad de individuos en edad laboral (15 a 64 años) por cada persona por encima de la edad de retiro (65) ha ido disminuyendo igualmente con estos problemas.
El investigador cubanoamericano Sergio Díaz Briquets ha apuntado que “en 2002, cuando el país tenía 1,6 millones de ancianos, el PSR de Cuba era de 7, una proporción relativamente favorable. Para el 2050, cuando es de esperar que la cantidad de cubanos en la tercera edad ascienda a 3,7 millones, con una población general relativamente sin cambios, el PSR habrá declinado a 2 trabajadores potenciales por cada retirado”.
El país se enfrentaría entonces a un incremento de las necesidades de seguridad social y salud pública para los de la tercera edad y a una fuerza laboral insuficiente para cubrirlas.