Para los obispos venezolanos "el socialismo marxista" es la causa de la crisis que afronta el país y de la "angustia generalizada" que vive el pueblo por no poder acceder a alimentos y a otros productos esenciales, sin tener que hacer largas colas o tener que pagar precios astronómicos, indica un reporte del diario El Universal, de Caracas.
La afirmación figura en la exhortación pastoral emitida el pasado lunes 12 de enero, al cierre de la 103 asamblea de la Conferencia Episcopal; y en la cual se pide al Gobierno no insistir en un sistema "ineficaz" y se le reclama que "impulse reformas que eliminen trabas a la producción, detengan la inflación y solucionen el desabastecimiento y la carestía de los artículos de primera necesidad. Entre otras cosas promoviendo la actividad privada en la economía, consagrada en la Constitución".
Tras asegurar que Venezuela necesita de "un nuevo espíritu emprendedor con audacia y creatividad" y que "es urgente estimular la laboriosidad y la producción dando seguridad jurídica y fomentado empresas eficientes", los prelados abogaron por un cambio moral, pues "la corrupción (...) la especulación (...) el fraude son graves males y pecados que deben ser desterrados".
"Para lograr la concertación es preciso el respeto absoluto a los Derechos Humanos y descartar la violencia excesiva en el control de legítimas manifestaciones del pueblo por parte de los funcionarios del Estado. También es necesario liberar a los presos políticos y no utilizar el sistema judicial para amedrentar e inhabilitar a adversarios políticos", insta el documento.