El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento), el opositor Julio Borges, acusó al Gobierno de Nicolás Maduro de destruir la confianza en el voto, durante una entrevista exclusiva con Efe.
Borges dijo también que el Gobierno de Maduro pretende convertir a Venezuela "en una especie de segunda Cuba" aunque con una "gran diferencia".
Indicó que Venezuela, a diferencia de Cuba, tiene "las reservas de oro, de gas, de petróleo más importantes del mundo" lo que lleva al país a convertirse, en manos del chavismo, en "un centro de desestabilización no solamente de América Latina, sino incluso de Europa y otros sitios.
Sus declaraciones llegan días después de que se celebraran en el país unos comicios ampliamente cuestionados.
"El Gobierno en todas las elecciones lo que ha hecho es destruir la confianza en el voto", dijo el diputado, finalista junto a otros dirigentes de la oposición venezolana del premio a la "libertad de conciencia" del Parlamento Europeo, Sájarov 2017, cuyo ganador será anunciado el próximo jueves.
Borges, el único de la candidatura conjunta venezolana que está en libertad, acusó a la llamada revolución bolivariana de haber afectado el resultado de los comicios regionales del domingo, en los que el chavismo arrasó en 18 de las 23 gobernaciones en disputa, según el boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Aseguró que el oficialismo controló la votación "a través del hambre, (...) de carnés obligatorios que hace que la gente presente para poder votar, a través de todo lo que significa la coacción de los empleados públicos, y a través de lo que significa el control político y armado en los centros electorales".
Sin embargo, y pese que la Cámara -de contundente mayoría antichavista- declaró fraudulentos los recientes comicios y acordó pedir una auditoría internacional a la jornada, dijo que seguirán trabajando para "hacer valer el voto" y "que la gente sienta confianza" en este sistema como fórmula para el cambio político.
Borges aseguró que la oposición venezolana y el Parlamento -el único poder que controla- persistirá en denunciar las irregularidades del sistema electoral "dentro y fuera" del país, para lograr que los gobiernos apliquen mayor presión contra la Administración de Nicolás Maduro.
Para "que (la gente) sienta que estamos a meses de lograr un cambio político, si se dan las condiciones y la presión para tener unas extraordinarias elecciones presidenciales", previstas para 2018, aunque el CNE ha retrasado y suspendido comicios regionales y consultas como el referendo revocatorio en los últimos dos años.
El jefe del Legislativo consideró que su país "está librando la batalla por la libertad más importante del siglo XXI" y esto es algo, remarcó, que entienden "todas las democracias del mundo".
En este sentido, denunció que los derechos humanos en Venezuela "desaparecieron", tras recriminar que en la actualidad hay gente "que tiene que buscarse la comida en la basura" o "muriéndose" por la escasez de alimentos y medicinas que registra la nación caribeña desde hace tres años y que se ha agravado debido a una profunda crisis económica.
"Con todo lo que significó la riqueza venezolana en petróleo, en gas, en oro (...) tenemos gente que no consigue medicina y se muere. O no reciben los tratamientos y se enferman más, tenemos millones de personas que se han ido del país porque no hay futuro, no hay libertad, no hay garantías", prosiguió.
Sobre la posibilidad de ganar el Sájarov, que incluye 50.000 euros y será entregado el 13 de diciembre en Estrasburgo (Francia), destacó la importancia de que el Parlamento Europeo haga este reconocimiento a la Cámara venezolana, que es "la institución que representa al pueblo".
"Ha sido el Parlamento que más votos ha tenido en la historia nacional y ha dado esta lucha dentro y fuera de Venezuela", recordó y contrastó esto con la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente, integrada únicamente por oficialistas y señalada de fraudulenta por buena parte de la comunidad internacional. Borges indicó que la candidatura venezolana incluye a opositores bajo arresto domiciliario como Leopoldo López y Antonio Ledezma "y a todas las personas que por la dictadura están privadas de libertad", según dijo, más 540 "presos políticos".
"De manera que somos un mismo equipo: pueblo venezolano, dirigentes políticos, Asamblea Nacional y dirigentes presos o exiliados que estamos dando una misma lucha porque en Venezuela haya libertad de conciencia, derechos humanos y democracia plena", agregó.