Y es que desde diciembre pasado no cesan las protestas contra Rusia Unida, contra el Kremlin, contra la corrupción de los funcionarios gubernamentales, contra las violaciones a los derechos humanos.
Los 7 años de cárcel que pide la fiscalía no es por cantar dentro de un templo, y en medio de la Cuaresma, sino por la letra de la canción.
Contra el premier funciona todo un arsenal que va desde canciones, poemas, caricaturas, hasta performance de enmascarados con careta de Putin.
Crece el activismo contra un tercer mandato de Vladimir Putin, y las temperaturas bajo cero, no impiden las manifesticaciones de los opositores que ganan terreno ante la muralla del Kremlin y en Youtube.
Molestos en Rusia por los conocimientos y experiencias del nuevo embajador de Estados Unidos en Moscú, Michael McFaul.
Ya La Habana participa en el proyecto iraní, poniendo personal y facilidades a disposición de Teherán, para lo que ya se firmaron los acuerdos.
Ucrania busca salvar la cara del presidente Victor Yanukovich, con un viaje a Cuba, luego que la Unión Europea cancelara por motivos políticos la visita programada para el jueves 20 de octubre.
Vicky Peláez, la periodista peruana acusada de espía y expulsada de Estados Unidos se queja desde Rusia de haber sido usada y olvidada por el gobierno de Cuba.
Sólo un glosario de memorias es el saldo de tres décadas de férrea relación entre La Habana y Moscú.
La caída en la popularidad del recién electo presidente del Perú, Ollanta Humala, se la achacan a su hermano Alexis, quien ya es llamado “hermanísimo” por la prensa peruana, y en Rusia recibe el trato de “representante especial”.
Para muchos venezolanos, la orden de Hugo Chávez de abrir el sarcófago donde estaban los restos de Simón Bolívar, ha sido la causa de una secuela de muertes en el entorno chavista.
En Bielorrusia, cuando salen a las calles los manifestantes no entonan canciones contestatarias, no llevan pancartas ni lanzan lemas de rechazo al gobierno; solamente aplauden.
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