La soga del intercambio cubanoamericano se sigue halando hacia una sola dirección. Ya es hora de que también se hale en dirección contraria.
Con 300 cuc puedes disfrutar de cuatro días de sol y mar. La diferencia de precios la marca la calidad del servicio.
La reacción del gobierno cubano, como es usual, ha sido lenta. Los noticieros de radio y televisión del mediodía no comentaron la nueva regulación.
Le agradecemos su legado de cuentos, hoy conservados en muchos hogares cubanos en cassettes, CDs, DVDs o memorias flash.
El 26 de julio, contra lo que algunos cubanólogos esperaban, Raúl Castro no abordó el tema en su discurso con motivo del 60 aniversario del asalto a un cuartel militar en Santiago de Cuba.
El Panamericano, el mayor estadio de campo y pista de Cuba, no tiene pizarra para brindar información a los espectadores.
Los trabajadores cubanos necesitan sindicatos enérgicos y creíbles. Que estén de su mismo lado en la trinchera. Y con mayor autonomía.
A pesar de no existir comercio electrónico en Cuba, si usted tiene dinero suficiente, puede encargar una Macintosh de Apple o la última versión del Samsung Galaxy.
El alto costo de la vida en Cuba ha crispado los bolsillos de probables consumidores. No es que internet no interese a la gente, pero es añadir una nueva carga al presupuesto familiar.
Al régimen de los Castro les encantan las odas épicas. Hablan poco de que José Martí murió en una absurda escaramuza vestido como un invitado de boda y trotando sobre un caballo blanco.
El 85% de los cubanos es propietarios de sus viviendas. Lo difícil y costoso es repararlas.
De 120 encuestados, mujeres y hombres, blancos, negros y mulatos, y en edades comprendidas entre 19 y 87 años, el 90% considera que el exilio será una piedra angular en el futuro de la isla.
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