No hay pruebas de que la empresa BlackRock exigiera a Ucrania que no enterrara a soldados de las Fuerzas Armadas ucranianas en los terrenos que supuestamente le pertenecían. Dicha información apareció por primera vez en un canal satírico de Telegram y no está confirmada por ningún hecho. Además, la legislación ucraniana prohíbe a las empresas extranjeras adquirir terrenos agrícolas, mientras que las inversiones de la empresa están relacionadas principalmente con el mantenimiento de las infraestructuras y la logística de Ucrania, más que con la compra de terrenos.