Más del 40 por ciento de la flota de recogida de basura en La Habana está en desuso por roturas y falta de piezas de repuesto, mientras en el país proliferan enfermedades arbovirales como el dengue y el Oropouche.
La empresa de Comunales de la capital tampoco tiene personal para trabajar debido a los bajos salarios y, en al menos cinco municipios (Arroyo Naranjo, Cerro, Centro Habana, San Miguel del Padrón y Marianao), tampoco encuentran quien diriga las entidades.
"La basura es desesperante, el mal olor no nos deja vivir. Las moscas, mosquitos, cucarachas y ratones prácticamente forman parte de la familia", dijo un habanero al periódico Granma.
En la Habana, señaló la epidemióloga Belkis Aracelis Barrera, han aumentado enfermedades como la leptospira, asociada a los ratones, y el dengue, zika, chikungunya y oropouche.
Cuba recibió una donación de camiones japoneses entre 2018 y 2019 pero la compañía se fue de la isla y ya no tienen piezas de repuesto.
Hasta mediados del año pasado, la capital contaba con cien de esos camiones colectores, 40 de volteo, 25 minicargadores, 50 podadoras de motor dirigidas, 25 motosierras y 15 camionetas destinadas a verificar el trabajo. Ahora la disponibilidad de la flota es de un 57 por ciento.
Según datos de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, en los últimos meses la capital ha acumulado unos 30.108 metros cúbicos diarios de basura, más de un 26% de la cantidad promedio que acumulaban en 2023 (23.814).
"Hay un tema que nos está golpeando: el combustible, el equipamiento y los contingentes de apoyo de la construcción que los cargadores que tienen no concluyen el día o los camiones son muy viejos ya", dijo Onelio de Jesús Ojeda López, director provincial de la empresa.
El Gobierno está intentando paliar la crisis con el sector privado. "Eso es una posibilidad abierta desde hace dos o tres meses, fundamentalmente en experiencias con mipymes que tienen equipamiento para esa actividad, como camiones de volteo y cargadores", precisó Ojeda López y aclaró que están valorando, además, contratar trabajadores por cuenta propia para el barrido de las calles.
Las autoridades aprobaron un grupo de normativas para frenar el aumento de los vertederos en La Habana, pero las multas no han resuelto el problema con el sistema de recogida cada vez más caótico.
En septiembre de 2023 entró en vigor la resolución 190 de 2023, que incluye multas de 2.500 a 3.000 pesos y la obligación de resarcir los daños ocasionados a "quienes afecten por cualquier medio o forma los depósitos colectivos destinados a la recogida de los desechos domiciliarios", así como a quienes "arrojen desechos fuera de los depósitos y en los horarios establecidos, o sin estar facultados cambien de ubicación los contenedores de basura".
La normativa dispone además multas de 3500 y 4000 pesos a "quienes depositen en los contenedores destinados a la recogida de los desechos domiciliarios, escombros, maderas, metales, u otros objetos inapropiados".
Para la periodista Yoani Sánchez, directora del diario digital 14ymedio, "los vertederos ya son parte del paisaje en La Habana y otras provincias cubanas".
Según explicó recientemente a Martí Noticias, "en el último año y medio ya han alcanzado una proporción de verdadera epidemia... vertederos descontrolados que se han convertido en el blanco del malestar de muchos ciudadanos, hartos de vivir en la mugre entre los desperdicios y los problemas sanitarios".
Foro