"Tenemos crisis en la frontera, parte psicológica y parte real” aseguró este miércoles el abogado de inmigración Willy Allen en entrevista con la revista informativa Martí Noticias AM.
La administración del presidente Joe Biden anunció el martes acciones ejecutivas para cerrar las solicitudes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México cuando los funcionarios estadounidenses consideren que la frontera sur está sobrecargada.
Para Allen una parte positiva de estas medidas es que “se mantiene el programa de CBP One de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza por el cual han entrado 1400 personas diarias. Según dice, la tercera parte de esas personas son ciudadanos cubanos, por lo que la aplicación electrónica se mantiene como una vía de entrada legal.
“Los migrantes no podrán recibir asilo en nuestra frontera sur a menos que lo soliciten después de ingresar (al país) a través de un proceso legal establecido”, concertando una cita (en la aplicación CBP One) y acudiendo a un puerto de entrada, explicó el mandatario en conferencia de prensa el martes.
"Estas medidas entrarán en vigor cuando la frontera sur se vea desbordada y les facilitarán a los funcionarios de inmigración la rápida expulsión de las personas que no tengan un fundamento legal para permanecer en Estados Unidos", indicó la Casa Blanca.
Allen insistió en que “lo más preocupante es cuando el número de cruces supere los 2.500 diarios durante una semana y recordó que “la Administración Biden ya tiene un acuerdo con México, en el que México acepta hasta 30.000 ciudadanos al mes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, una vez que se les niegue la entrada desde Estados Unidos”.
“La realidad es que México puede deportar fácilmente a los migrantes hacia sus países de origen, especialmente a Cuba y Venezuela”, acotó.
El abogado dijo su "temor" es que los cubanos "ingresen al grupo de deportados por México”.
El mandato de Biden contempla que los migrantes que no expresen temor de regresar a sus países de origen tras cruzar la frontera serán expulsados de Estados Unidos en cuestión de días o incluso horas, y se les impondrá una prohibición especial de cinco años para poder acceder al país.
Las autoridades estadounidenses explicaron que se tendrán en cuenta excepciones humanitarias para niños no acompañados y para las víctimas del tráfico de personas, entre otros casos.
El abogado de inmigración detalló que “las personas que se acojan a esta excepción estarían buscando una protección, pero no se acogerían a un asilo político". Además todavía tendrían que batallar para que se decrete la suspensión de la deportación.
Otro asunto "muy preocupante es qué documento recibiría un cubano en este caso”, apuntó el entrevistado.
“Las condiciones de la frontera van a ser draconianas. En relación a los cubanos va a ser muy difícil, muchos de ellos han vendido sus pertenencias para hacer la travesía hacia Estados Unidos, pero tienen la mala suerte de no poder lograr su objetivo porque pueden ser deportados”, afirmó el experto.
"A esto debemos sumarle las restricciones de visado para los operadores de transporte que "facilitan la migración irregular", una vía también utilizada por muchos migrantes cubanos", concluyó Allen.
Las estadísticas más recientes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) indican que en lo que va de año fiscal 2024 han llegado a EEUU un total de 144.378 cubanos.
En el caso del parole humanitario, se han beneficiado 91.000 cubanos.
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