Actualización: con 74 votos a favor y 24 en contra, el proyecto de presupuesto fue aprobado el sábado en la mañana por el Senado y remitido a la Casa Blanca para la firma del presidente Biden.
Con una votación de 286 a 134, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el viernes un proyecto de ley de financiación gubernamental de 1,2 billones de dólares que incluye $25 millones para financiar la promoción de la democracia en Cuba y otros $25 millones para la Oficina de Transmisiones hacia Cuba, así como instrucciones sobre la negación de visas a gobiernos y organizaciones internacionales involucrados en el tráfico de médicos cubanos.
Mario Díaz-Balart, legislador republicano por la Florida y presidente de la Subcomisión sobre el Departamento de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados (SFOPS), habló en el pleno de la Cámara antes de la votación en apoyo al proyecto de ley, señalando el apoyo del documento a la promoción de la democracia en Cuba y otros países del hemisferio.
“Esto ayuda a la oposición democrática y no a los negocios escogidos por el régimen terrorista. Nos oponemos firmemente a la trata de personas y, en particular, a la trata de médicos. Este proyecto de ley también apoya a quienes luchan por la libertad en nuestro hemisferio", dijo.
Díaz-Balart, señaló que el Proyecto de ley incluye “restricciones sólidas para evitar que la Administración de Joe Biden utilice fondos de democracia para fines no autorizados", incluidos los llamados “programas de emprendimiento”. Este apoyo ha sido criticado en el pasado por los congresistas cubanoamericanos.
"Las políticas confusas de la Administración Biden han sido desastrosas para la seguridad global. En contraste, este proyecto de ley respalda a los amigos y aliados más cercanos de Estados Unidos mientras contrarresta a adversarios como China Comunista, Rusia y los estados terroristas de Cuba e Irán", recoge el comunicado.
"Como presidente de la subcomisión que proporciona fondos para la seguridad nacional y la política exterior, me enorgullece que esta legislación garantice que el dinero de los contribuyentes priorice agencias y programas que protegen nuestra seguridad nacional, defienden nuestros valores, apoyan a nuestros aliados y socios, y promueven la democracia y la libertad en el extranjero", agrega.
Su colega por la Florida, el republicano Carlos A. Giménez, explicó que “aunque está lejos de ser el proyecto de ley perfecto, incluye victorias conservadoras claves” y menciona como ejemplo que “niega visas a funcionarios del régimen de Castro y recorta fondos para falsos programas del sector privado en Cuba”, entre otras cosas.
En enero, la representante por Florida, María Elvira Salazar, llevó a cabo una audiencia en el Congreso que tituló "El mito de los nuevos empresarios cubanos: un análisis de la política hacia Cuba de la administración Biden".
En la audiencia, Salazar, dijo que el sector de las pequeñas empresas en Cuba es un plan del régimen que “está desesperado por conseguir millones de dólares para violar el embargo de Estados Unidos”.
Por su parte, el subsecretario Adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Eric Jacobstein, dijo que la administración Biden cree que “la expansión orgánica del sector privado cubano en la isla, liderada por el propio pueblo cubano y no por ningún gobierno extranjero, es una oportunidad que no debe desperdiciarse”.
“Sobre todo, debemos alentar la libertad de los ciudadanos cubanos para definir su propio futuro económico”, agregó.
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