Marcelo Odebrecht, director ejecutivo de la empresa Odebrecht ha publicado una columna en la que defiende la multimillonaria inversión en el puerto del Mariel y critica los ataques al gobierno de Dilma Rousseff , suscitados a partir de los créditos que ha otorgado a las empresas que negocian con Cuba.
El empresario asegura que quien más lucró con el negocio del puerto en Cuba no ha sido el socialismo cubano sino el "capitalismo brasilero".
“Cuánto más Mariels haya, será mejor para Brasil”, escribió en Folha de Sao Paulo.
Odebrecht, cuyo emporio tiene negocios de ingeniería, construcción, petroquímicos, transportación e infraestructura, bioenergía y bienes raíces en más de 20 países de África, Asia, Europa y América, explicó que en el 2013 su empresa facturó 8 billones en negocios en el extranjero y que es una pena que sólo el 12,5% de estos proyectos fueron financiados por los "créditos sigilosos" del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
Esta entidad financiera ha destinado 802 millones de dólares para el megapuerto en Cuba.
“Con más financiamiento, más riqueza habría sido generada para Brasil”, escribió.
El hombre de negocios argumentó que BNDES no invirtió directamente en El Mariel sino que financió las exportaciones de 400 empresas brasileñas, lideradas por Odebrecht, a quien le financió el 70% del proyecto.
Explica que el riesgo de impago por parte del gobierno cubano, que ha sido un elemento recurrente entre los detractores de los negocios con Cuba, no debe ser un asunto visto por el matiz ideológico.
"Para quienes cuestionan los riegos en los pagos, es importante que sepan que el incumplimiento de pagos no está relacionado con las alineaciones ideológicas: recientemente los mayores incumplimientos con Brasil han llegado de Estados Unidos y Chile”, explicó.
Acerca del criticado secretismo de las inversiones del gobierno de Rousseff en Cuba, detalló que se ha brindado información sobre el valor, el destino y el objeto del financiamiento.
“Las únicas informaciones que no son públicas son, como siempre, las operaciones bancarias, como el valor del seguro, las eventuales contragarantías y las tasas de la operación. En los financiamientos hechos por los chinos, alemanes, americanos, en fin, por todos los países, esa información también es confidencial. No fueron ni Brasil ni Cuba quienes inventaron esas reglas”.
Además aclaró que los fondos que financian las exportaciones son independientes de los fondos para los proyectos de Brasil. En el 2012, o BNDES destinó cerca de US$ 7 billones para apoyar el comercio exterior y US$ 173 billones para el mercado interno.
“El puerto de Cuba no impidió la construcción de ningún proyecto en Brasil, más bien ayudó”.
El empresario asegura que quien más lucró con el negocio del puerto en Cuba no ha sido el socialismo cubano sino el "capitalismo brasilero".
“Cuánto más Mariels haya, será mejor para Brasil”, escribió en Folha de Sao Paulo.
Odebrecht, cuyo emporio tiene negocios de ingeniería, construcción, petroquímicos, transportación e infraestructura, bioenergía y bienes raíces en más de 20 países de África, Asia, Europa y América, explicó que en el 2013 su empresa facturó 8 billones en negocios en el extranjero y que es una pena que sólo el 12,5% de estos proyectos fueron financiados por los "créditos sigilosos" del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
Esta entidad financiera ha destinado 802 millones de dólares para el megapuerto en Cuba.
“Con más financiamiento, más riqueza habría sido generada para Brasil”, escribió.
El hombre de negocios argumentó que BNDES no invirtió directamente en El Mariel sino que financió las exportaciones de 400 empresas brasileñas, lideradas por Odebrecht, a quien le financió el 70% del proyecto.
Explica que el riesgo de impago por parte del gobierno cubano, que ha sido un elemento recurrente entre los detractores de los negocios con Cuba, no debe ser un asunto visto por el matiz ideológico.
"Para quienes cuestionan los riegos en los pagos, es importante que sepan que el incumplimiento de pagos no está relacionado con las alineaciones ideológicas: recientemente los mayores incumplimientos con Brasil han llegado de Estados Unidos y Chile”, explicó.
Acerca del criticado secretismo de las inversiones del gobierno de Rousseff en Cuba, detalló que se ha brindado información sobre el valor, el destino y el objeto del financiamiento.
“Las únicas informaciones que no son públicas son, como siempre, las operaciones bancarias, como el valor del seguro, las eventuales contragarantías y las tasas de la operación. En los financiamientos hechos por los chinos, alemanes, americanos, en fin, por todos los países, esa información también es confidencial. No fueron ni Brasil ni Cuba quienes inventaron esas reglas”.
Además aclaró que los fondos que financian las exportaciones son independientes de los fondos para los proyectos de Brasil. En el 2012, o BNDES destinó cerca de US$ 7 billones para apoyar el comercio exterior y US$ 173 billones para el mercado interno.
“El puerto de Cuba no impidió la construcción de ningún proyecto en Brasil, más bien ayudó”.