Una alimentación inadecuada, falta de medicamentos, escasos productos de aseo, pero además la falta de higiene y adecuadas condiciones de vida en las prisiones cubanas imponen un peso adicional a los reclusos, y también a sus familiares.
La activista Ania Zamora, madre de la presa política Sissi Abascal, quien cumple una sanción de 6 años por manifestarse el 11 de julio de 2021, habló desde Carlos Rojas, Matanzas, con Martí Noticias sobre las condiciones de encarcelamiento que su hija de 26 años enfrenta en la cárcel La Bellotex, ubicada en esa provincia.
“En la prisión la comida está pésima, pésima y muy poca. Hay veces que no bajan ni al comedor porque es que no se la pueden comer. El que está enfermo, no tiene medicamento. La plaga de mosquitos, de chinche, de todo", explicó Zamora.
Según la activista, a los presos hay que llevárselo todo, porque en la cárcel no disponen de nada. "Yo a Sissi le llevo desde el agua hasta el papel. Porque es que allí no tienen nada y sobrevive con lo que uno le lleva", afirmó.
Cuba ha ratificado su compromiso con las reglas Nelson Mandela, normas mínimas de Naciones Unidas para el tratamiento de reclusos.
“Sí, el estado está obligado a dar una alimentación adecuada a las personas privadas de la libertad, y sí, la carga que tienen hoy los familiares es evidente por falta de transparencia en el sistema, porque está a cargo del Ministerio del Interior, que también tiene a cargo la persecución penal”, explicó la abogada cubana Laritza Diversent, exiliada en Estados Unidos.
Martí Noticias conversó con el periodista independiente Carlos Michael Morales, quién fue excarcelado a inicios de marzo tras cumplir una sanción de 2 años y medio por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio en Caibarién, Villa Clara.
“De desayuno, hierba hervida, prácticamente sin azúcar, y dan un picadillo con una peste horrible, pequeñas dosis de comida. A veces dan un jabón de baño y el jabón tampoco da para bañarse el mes entero, y un tubo de pasta que lo dan cada 3 a 5 meses”, detalló.
En su texto, las reglas Mandela se establecen que todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen, además que los locales de alojamiento deberán cumplir todas las normas de higiene. Disponen, además, que todo recluso tendrá la posibilidad de proveerse de agua potable cuando la necesite, y que la prestación de servicios médicos a los reos es una responsabilidad del Estado.
Morales describió así detalles de su paso por varias prisiones de la provincia de Villa Clara, durante el cumplimiento de su condena: “En las prisiones villaclareñas los baños son extremadamente sucios, con mal olor, con peste. No hay medicamento, los analgésicos para los dolores prácticamente no existen", dijo.
En opinión del comunicador, “la policía sí hace todo lo posible por hacer la vida del preso imposible, para poner una carga en las espaldas de los reclusos que sea extremadamente difícil de llevar”.
El gobierno cubano aseguró en noviembre pasado ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unida que la mejora de su sistema penitenciario es una prioridad, y que ha adoptado una serie de medidas para garantizar condiciones de vida dignas en las prisiones del país, "de conformidad con las normas internacionales".
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