Las autoridades sanitarias reportaron este viernes 6,460 nuevos casos de COVID-19 y 65 fallecidos en Cuba, indicadores que evidencian la compleja situación epidemiológica por la que atraviesa el país, mientras las autoridades anuncian el 100% de eficacia de la vacuna Abdala "ante la enfermedad severa y la muerte".
Del total, 1,078 casos corresponden a pacientes en edades pedriátricas, dijo el Ministerio de Salud Pública.
La isla acumula 269,.546 contagios y 1,791 fallecidos desde el comienzo de la pandemia, en marzo de 2020.
Permanecían ingresadas en hospitales y centros de aislamiento 67,993 personas: 43,434 casos activos confirmados, 18.236 sospechosos de haber contraído el virus y 6,323 en vigilancia epidemiológica.
En terapia intensiva se atienden 305 pacientes:134 críticos y 171 graves.
La gran mayoría de los contagios fueron nuevamente reportados en Matanzas, con 1,888, seguida por
La Habana (763), Ciego de Ávila (620), Cienfuegos (558), Villa Clara (396), Camagüey (358), y Holguín (309), entre los territorios más afectados.
La crisis sanitaria fue uno de los factores que impulsaron las protestas antigubernamentales del domingo, que han dejado un muerto y centenares de detenidos, según organizaciones de la sociedad civil independiente, recordó la agencia de noticias EFE.
Mientras, el gobierno dijo este viernes que la vacuna de producción nacional Abdala tiene “un 100% de eficacia ante la enfermedad severa y la muerte, en su ensayo fase III”. Antes, las autoridades habían dicho que el candidato vacunal mostraba un 92.28% de eficacia frente a la enfermedad sintomática.
Cuba no ha comprado vacunas en el mercado internacional, ni forma parte del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud, creado para que los países de ingresos medios y bajos accedan a las mismas.