La cancelación con efecto inmediato del acuerdo entre La Habana y Washington que acaba de firmar el presidente Donald Trump en Miami devolvió la esperanza a congresistas cubanoamericanos y opositores al gobierno de Raúl Castro, pero desanimó a quienes opinan que la política de aislar a Cuba "fracasará".
A teatro lleno, Trump dijo a varias generaciones de exiliados cubanos que está dispuesto y en condiciones de negociar un nuevo acuerdo con Cuba que "tenga sentido".
Entre las condiciones que expuso para sentarse a hablar con Castro, citó las realización de elecciones libres y supervisadas por la comunidad internacional, así como la liberación de prisioneros políticos en la isla.
El senador estadounidense Marco Rubio, -clave en la nueva política hacia la isla-, dijo que a partir de ahora “la relación de Estados Unidos con Cuba dependerá por completo de la voluntad del gobierno cubano de expandir la libertad política del pueblo cubano, respetar sus derechos universales y permitir la libertad de prensa, así como elecciones democráticas, libres y justas”.
En su página de Twitter, el senador cubanoamericano expresó que la nueva política del presidente de Estados Unidos da marcha atrás al apoyo que la Administración Obama venía brindando al régimen de Raúl Castro y su aparato militar, y se coloca del lado del pueblo cubano.
El también congresita cubanoamericano, Mario Diaz-Balart, elogió al presidente Trump por poner los valores estadounidenses primero y expresar solidaridad con el pueblo cubano.
"Me siento honrado de estar aquí cuando el Presidente Trump establece un nuevo rumbo que sea fiel a los valores que defendemos, y a la lucha por la libertad que ha llegado a un costo tan grande para muchos", dijo el político.
El congresista halagó a Trump por tratar al gobierno de Castro como "la dictadura malévola que es".
"Gracias, Presidente Trump, por mantener su compromiso. No nos ha traicionado. Cumplió su promesa por solidarizarse con el pueblo cubano y las personas amantes de la libertad en todas partes. Usted está poniendo los valores americanos y los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos en primer lugar", dijo Diaz-Balart.
Trump "fracasará con el tiempo": Ben Rhodes
De otro lado se apostó Ben Rhodes, quien fuera clave y uno de los principales negociadores con Cuba bajo el Gobierno de Barack Obama.
El político dijo que la decisión de Trump supone "una oportunidad" para que el castrismo se aferre aún más al poder.
"El instinto de aislacionismo que acaba de abrazar Trump fracasará con el tiempo", pronosticó Rhodes, que fue asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, en un extenso artículo publicado en la revista The Atlantic.
Rhodes argumentó que restringir algunos viajes de estadounidenses a la isla y las transacciones con el Ejército cubano equivale a regresar a "una mentalidad de Guerra Fría que fracasó trágicamente".
"Aunque no dan marcha atrás del todo a la apertura de Obama, las
acciones de Trump han devuelto las relaciones entre EEUU y Cuba a la
prisión del pasado, reduciendo las perspectivas de reforma dentro de
Cuba e ignorando las voces del pueblo cubano y la mayoría de
estadounidenses simplemente para recompensar a un menguante grupo
político", sentenció Rhodes.
En la misma cuerda, el analista demócrata Federico de Jesús, opinó que los avances conseguidos con la política de Obama no deben ser revertidos.
"Las amenazas de seguridad siempre han estado. Cuando se impuso el embargo, Cuba fue corriendo hacia los brazos de la Unión Soviética, tuvimos por poco una guerra nuclear (...) así que no queremos de nuevo dar una excusa, dar un empujón a Cuba hacia otros regímenes más peligrosos", dijo de Jesús a la VOA.
El senador estadounidense Patrick Leahy, por otro lado, dijo en su página digital que al reafirmar el apoyo al embargo, la Casa Blanca ha declarado la guerra al pueblo cubano.
Leahy lamentó que el presidente Trump aumente las restricciones para los estadounidenses que desean viajar a Cuba, y lo catalogó como una violación al derecho de viajar libremente, y dijo que perjudicará a los cubanos que desean reconectarse con el pueblo de EEUU.
Opositores cubanos celebran en Miami
Disidentes cubanos que viajaron a Miami a escuchar el discurso de Trump, asistieron en la tarde del viernes a una conferencia de prensa organizada por el Directorio Democrático Cubano, basado en Miami, y liderado por Orlando Gutiérrez.
El expreso político Angel Moya celebró lo ocurrido: "Esperábamos que el presidente Trump se pronunciara en los términos en los que los hizo (...)". El opositor señaló que en el anterior acuerdo, "los derechos humanos quedaron en un segundo plano".
Moya admitió que "lograr la libertad de Cuba" depende de los cubanos, pero a la vez instó a "la solidaridad internacional", y pidió "que los gobiernos y organizaciones internacionales traten al régimen con mano dura
Para Moya, el cambio de política hacia la isla es un mensaje claro para el régimen cubano. "El gobierno de los Estados Unidos está con nosotros", celebró.
El opositor Antonio Rodiles, también presente en la conferencia de prensa, dijo que el mensaje de Trump "ubica en la posición que debe a cada uno de los actores políticos".
"Dijimos que se estaba tratando al régimen como un gobierno legítimo, ahora el discurso ha sido muy claro, el régimen cubano es una tiranía, el gobierno de Estados Unidos es legítimo y la solidaridad debe ser con el pueblo cubano", expresó
Mientras, el exprisionero político Jorge Luis García Pérez (Antúnez) insistió en su pedido al presidente Trump de que devuelva a Cuba a la lista de países terroristas, y que suprima lo que catalogó como "el vergonzoso intercambio cultural, y los visados y remesas a los represores".
(Redactado por Rosa T. Valdés)