Un editorial del diario The New York Times instó el lunes al gobierno de Donald Trump a mantener la política de acercamiento hacia Cuba iniciada por su antecesor Barack Obama, en momentos en que la Casa Blanca recibe pedidos a favor y en contra del controvertido asunto.
La nota alude a que en el debate sobre qué rumbo dar a los vínculos con el gobierno comunista de la isla están de un lado los que se oponen, entre ellos el senador Marco Rubio. Este bando sostiene que los cambios solo favorecen a los despóticos gobernantes cubanos.
Del otro lado pugan a favor de mantener la normalización iniciada por Obama legisladores bipartidistas y empresas con intereses comerciales y deseos de hacer negocios con Cuba como Google.
Antes esta dicotomía el diario neoyorkino opinó:
“El gobierno de Trump puede continuar facilitando a los estadounidenses viajar a Cuba y hacer negocios con los cubanos. El fortalecimiento de los lazos no garantiza que Cuba pueda reformar su sistema de partido único o reorganizar su economía centralizada. Pero les daría poder a los cubanos mientras contemplan el futuro que quieren para su país”.
Resaltó entre los frutos de la relación iniciada en el 2014 aspectos como los acuerdos bilaterales en materia sanitaria, planificación conjunta para mitigar los derrames de petróleo y la coordinación para enfrentar el narcotráfico.
Los cambios, -advirtió la nota-, han permitido más viajes de estadounidenses a Cuba, aunque sigue en pie la prohibición de hacer turismo en la isla.
El editorial opinó que las observaciones públicas de Trump han sido "breves e irreflexivas", pero dijo no obstante que durante su mandato podría revertir las políticas de Obama hacia la isla “con el golpe de un bolígrafo”.
Trump, dijo el diario, podría reforzar las normas sobre el envío de remesas y suspender los vuelos comerciales entre las dos naciones.
"Hacerlo significaría invertir el curso de un cambio de política que es ampliamente popular entre los estadounidenses y casi universalmente apoyado por los cubanos", dijo el texto.
Y aludió a los intereses de los que en Estados Unidos están en contra del embargo económico contra La Habana.
“Pondría en desventaja a los agricultores y empresas estadounidenses restringiendo su acceso a un mercado que se está abriendo gradualmente al comercio mundial”, expresó el artículo.
Según The New York Times, los más afectados con una eventual marcha atrás en las relaciones entre los exenemigos serían los cubanos.
“(Si) la relación con Cuba volviera a estar en una pista de confrontación (...) sometería a los cubanos a una mayor represión y privación. En el pasado, La Habana ha incrementado sus tácticas represivas durante momentos de intensa tensión con Estados Unidos", concluyó el diario.