El opositor José Díaz Silva, líder del movimiento Opositores por una Nueva República, permanece detenido en Villa Marista, centro de operaciones de la Seguridad del Estado en La Habana, bajo investigación por el delito de desacato. Al parecer se sumará a la lista de líderes de la oposición que el régimen comunista ha puesto tras las rejas tras el estallido nacional del 11 de julio.
Desde las protestas multitudinarias que tuvieron lugar en más de 60 localidades y ciudades del país, están presos varios de los principales críticos del gobernante Miguel Díaz-Canel, que desde sus organizaciones consolidaron un persistente activismo en las calles de Cuba. Entre ellos destacan:
- José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y presidente del Consejo para la Transición en Cuba (CTDC);
- Félix Navarro, vicepresidente del CTDC y fundador del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel;
- Luis Manuel Otero Alcántara, principal figura del Movimiento San Isidro (MSI) detenido luego que anunciara que se sumaba a las protestas en el Malecón de La Habana;
- Carlos Manuel Pupo Rodríguez, al frente del Partido Unión por Cuba Libre (PUNCLI), quien fue detenido durante el levantamiento popular en San Antonio de los Baños, el pueblo donde comenzó el estallido nacional.
- Virgilio Mantilla Arango, líder fundador de la Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos.
También Ramón Salazar Infante, presidente del Partido Autónomo Pinero (PAP), en la Isla de Pinos, pudiera terminar encarcelado luego que la Fiscalía Municipal en la Isla de la Juventud apelara la decisión del Tribunal Popular Municipal de Nueva Gerona, que lo había absuelto junto a otros integrantes de su grupo opositor.
Sobre el encarcelamiento más reciente de estas figuras de la oposición, la Dama de Blanco Lourdes Esquivel, esposa de Díaz Silva, informó a Radio Martí que la Seguridad del Estado lo pretende vincular con la aparición de carteles antigubernamentales y busca acusarlo de “instigación para delinquir" por sus nexos con los familiares de los presos políticos encarcelados tras las protestas del verano.
Según la policía política, Díaz Silva visitaba a los familiares que residen en el barrio habanero de La Güinera alentándolos a protestar contra las altas sanciones impuestas a los manifestantes, entre ellos, mujeres y varios menores de edad.
Por dichas visitas, apenas una semana antes de ser detenido, el opositor había sido arrestado, multado y amenazado con ser acusado de sedición si continuaba con sus labores solidarias con las familias de los presos.
En ese momento Díaz Silva declaró a Radio Martí: "Nada más que estaban esperando el tiempo para acusarme”.
La esposa de Díaz Silva informó además que este miércoles interpondrá un recurso de Habeas Corpus en favor de su esposo y que en la visita del martes lo encontró físicamente deteriorado debido a la huelga de hambre que inició el 3 de marzo, cuando fue arrestado y que extendió por cinco días, en protesta por su detención.
El martes, prestigiosas organizaciones internacionales, en una carta abierta a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, denunciaron que el gobierno cubano "continúa reprimiendo y castigando prácticamente todas las formas de disenso y crítica pública".
La organización Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), el Instituto de Raza e Igualdad, ARTÍCULO 19, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, la asesoría legal Cubalex y Prisoners Defenders, señalaron que, tras las protestas del 11 de julio, la represión en Cuba contra los manifestantes, los activistas y los periodistas solamente se ha venido profundizando.
"Cientos permanecen en detención arbitraria, o en arresto domiciliario y muchos activistas y periodistas independientes han sido forzados al exilio", denuncian los firmantes.