El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel ordenó la destitución del viceprimer ministro de Cuba Jorge Luis Perdomo Di-Lella, informaron el lunes medios de prensa oficialista.
Como sucede en la mayoría de las remociones de altos cargos del gobierno cubano, no se han ofrecido detalles de las causas que llevaron a su despido, que ocurre en circunstancias extraordinarias para Cuba, con la paralización de la mayoría de las actividades productivas en el país, una grave crisis energética y una aguda crispación social por la debacle económica que parece no tocar fondo.
El anuncio oficial se limita a informar que la caída de Perdomo Di-Lella se debe a que "incurrió en errores en el desempeño de sus funciones".
El funcionario también se desempeñó como Ministro de Comunicaciones desde el 2018 al 2021, periodo en el que activó el polémico Decreto-Ley 370 que censura, vigila y criminaliza las actividades en Internet.
Una investigación de Cubanet sugiere que Perdomo Di-Lella se benefició de los negocios de su hermano Yoel Perdomo Di-Lella, "uno de los más importantes emprendedores “privados” en la Isla con participación en al menos tres empresas, una de ellas registrada en Panamá y en la Cámara de Comercio de Cuba como de “capital extranjero”, y las otras dos como mipymes y negocios “por cuenta propia”, enfocados en la elaboración, venta y distribución de alimentos, bebidas, artículos de ferretería y electrodomésticos".
En lo adelante, su cargo de vice primer ministro será ocupado por Eduardo Martínez Díaz, actual ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Los vice primeros ministros tienen la responsabilidad de atender, coordinar y controlar la labor de los organismos de la Administración Central del Estado y demás entidades, programas, actividades y otras tareas.
Varios altos cargos del gobierno y el Partido Comunista de Cuba han sido destituidos en los últimos meses, de estas remociones, la más notoria y a la vez turbia, fue la del ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, acusado de corrupción y cuya investigación policial permanece en la sombra.
La semana pasada, cuando se produjo el colapso total del Sistema Eléctrico Nacional que mantuvo a los cubanos durante cuatro días sin electricidad ni agua, llovieron los llamados a la destitución de la máxima dirigencia del país por considerar que la mayoría de problemas que enfrentan están provocados por la pésima gestión en el desempeño de sus funciones.
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