Un contingente de 230 "colaboradores" de la salud fueron enviados este jueves a Panamá para enfrentar la pandemia de coronavirus, anunció el régimen en su diario oficial Granma, en medio de un repunte de la enfermedad en la isla que las autoridades no han logrado contener.
Los enviados laborarán en Panamá "sin inmiscuirse en asuntos de política interna", aseguró en la despedida de la "misión" el doctor Santiago Badía, secretario general del Sindicato de la Salud.
Te puede interesar: ¿Solidaridad o negocio? Qué ocultan las misiones médicas de Cuba
Luis Francisco Sucre, ministro de Salud de Panamá, confirmó la llegada de los cubanos, y de galenos de otros países como Estados Unidos, Colombia y Venezuela, reportó la prensa local. En agosto, el funcionario había descartado el arribo de personal médico de la isla, una decisión que cambió con el recrudecimiento de la situación sanitaria en el país centroamericano.
Pero Cuba no está mejor. La isla reporta más de 100 casos diarios en las últimas semanas, desde que reabriera sus fronteras al turismo y los cubanos residentes en el exterior.
Con las fiestas navideñas y de fin de año, se espera un pico de contagios que podría alcanzar los 2,000 en febrero.
Aunque el régimen de La Habana presenta el envío de sus trabajadores de la salud como una "colaboración", se trata de un servicio que exporta, y por el que percibe los ingresos más altos, junto al turismo y las remesas.
El gobierno cubano ha recibido críticas de organismos internacionales y acusaciones directas de galenos por las prácticas de trabajo esclavo a la que ha sido sometido el personal médico que labora en el exterior.
Sucre añadió que verificaban el currículo de algunos médicos con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La OPS también ha recibido críticas y ha sido objeto de demandas por su rol de mediadora entre el gobierno cubano y países como Brasil, Bolivia y Venezuela para asuntos de contratación y pago de los galenos.
Según Badía, cerca de 30,000 galenos y otros especialistas del sector laboran en 66 países, mientras "otros 470,000 ya mostraron su disposición para partir a donde se les necesite". Los viajes de trabajo al exterior como parte de estas llamadas "misiones médicas" son vistos como una oportunidad económica por los galenos, que en la isla perciben un salario ínfimo por sus servicios.