El artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara dijo que el objetivo de una serie de detenciones contra su persona y otros miembros del Movimiento San Isidro por parte de las fuerzas represivas en Cuba es intentar quebrar su voluntad creativa, pero eso “no ha pasado y no pasará”.
Aunque reconoció que estar bajo el foco constante de la Seguridad del Estado “es difícil” y genera altos niveles de estrés tanto en su trabajo como en su vida personal, el joven aseguró en un video publicado en Facebook que esta situación lo reafirma en sus ideas.
Otero Alcántara explicó que camina por la calle sabiendo que puede ser detenido en cualquier momento e ir a prisión por un día, tres días, un año... “porque ellos tienen el poder sobre la carne”, pero no sobre la “voluntad creativa, no sobre el arte”.
El joven artista del performance agradeció el apoyo a los artistas, activistas y opositores, de dentro y fuera de la isla, que se solidarizan con su obra. “Toda esa familia que está luchando por una Cuba libre, por una Cuba próspera, donde no se censure el pensar diferente ni te repriman” por querer dar tu aporte "desde una visión plural, inclusiva".
“Cada vez que me meten preso se me ocurre una idea nueva, una nueva línea de trabajo en función de demostrar todas las aberraciones a las que es sometido el pueblo cubano, y a las que es sometido el artista”, señaló.
Ante el bloqueo de las instituciones culturales al arte independiente, Otero Alcántara dijo que la posibilidad de creación nace en cada esquina, “no necesitamos un espacio físico”. Desearían, sí, esos espacios para mostrar una propuesta estética que busca estimular el pensamiento crítico.
“Mi obra va de eso, de cómo hacer entrar a Cuba al siglo XXI (…)”, y si a eso le quieren llamar política o provocación “asumo todos los riesgos”, afirmó el artista.
Otero Alcántara dijo que el arte es su salvación, y su herramienta “para luchar contra el régimen”, y para proponerle “otra Cuba” al ciudadano de la isla.
Sobre las numerosas detenciones de que ha sido víctima dijo que es “muy desagradable” estar en un calabozo de 2 metros cuadrados sin ninguna higiene y una alimentación patética, pero que esa experiencia termina por reinventarla y volcarla en su arte.